Estuvo deambulando por años en las instalaciones ferroviarias de Glew. Un grupo de rescatistas le consiguió una familia. Conocé esta feliz historia.
Osita formó por años parte del paisaje de la estación de Glew. Junto a dos perros más, recorría todos los espacios de las instalaciones ferroviarias. Vivía de la comida que los comerciantes del lugar le proporcionaban y del amor y afecto que los transeúntes le brindaban.
Sin embargo, a principios de 2018 “Petiso”, uno de ellos, falleció a raíz de una enfermedad. Fue en ese momento cuando “Patitas Glew”, un grupo de rescatistas local, se puso como objetivo conseguirles un hogar.
“Un perro que está en la calle está expuesto a mil peligros, ya sea a que alguien lo atropelle o a la crueldad de algunas personas que hasta los envenenan. También pasan hambre, sed y frío. No tienen un refugio para cuando llueve o hace calor. La calle no es hogar para nadie”, expresó Sol, una de las fundadoras del grupo, en diálogo con www.deBrown.com.ar.
Así fue como Sergio y Jessica, junto con sus dos pequeñas, aparecieron en la vida de Osita para darle un giro de 180 grados. “Hubo una conexión especial, tanto las hijas como ellos, y se súper encariñaron. Ahora es súper feliz en su nueva casa”, expresó la joven.
A un año de haber sido adoptada, el grupo de rescatistas publicó en su página una emotiva foto de la perrita. Allí se la ve con su correa, paseando en un auto, disfrutando de su nueva vida alejada del ruido de lo trenes y con el cariño de una familia.
Patitas Glew nació en 2016 de la mano de un grupo de vecinas de la Región. Gracias a su trabajo, lograron que 13 canes que vivían en la estación y en total más de 200, tuvieran ahora un techo donde dormir. Es por eso que sus integrantes resaltan la importancia de adoptar.
“Siempre que comprás un perro estás apoyando una explotación animal. Así haya un criadero que los tenga bien a los perros, la hembra está siendo explotada porque no tiene que estar pariendo camada tras macada de cachorros. Ahí hay dolor ya sea el de parir o de amantar”, resaltó Sol.
Los vecinos pueden donar alimentos, mantas, correas, collares y demás insumos; o colaborar económicamente para los casos en que deben recurrir a la veterinaria. También, quienes sean mayores de edad, pueden sumarse como voluntarios.
Para más información, pueden contactarse con Patitas Glew a través de su página de Facebook o Instagram. Otra de las posibilidades es enviando un mail a patitasglew@hotmail.com.
