Así lo admitió Carlos Fernández en dialogo con De Brown. El técnico de San Albano analizó el rendimiento de su escuadra y se mostró satisfecho por los logros alcanzados por sus dirigidas a lo largo del torneo.
El equipo femenino de hockey de San Albano obtuvo el año pasado el ascenso a la categoría D-2 y tomó este certamen como una temporada de adaptación. Sin embargo, con el correr de las fechas, las buenas producciones lo ubicaron en los primeros lugares de la tabla, con posibilidades de entrar al repechaje por pelear un ascenso.
“Estamos haciendo un muy buen campeonato. A pesar de ser una divisional nueva nos adaptamos bastante bien, con un plantel corto en cuanto a número y enfrentando a rivales de mayor jerarquía técnica y física”, reconoció el entrenador Carlos Fernández en diálogo con www.deBrown.com.ar.
En ese sentido, explicó que tuvieron la oportunidad de jugar todas las chicas y que se les dio la posibilidad de debutar a varias juveniles. “El grupo demostró ser competitivo. No nos limitamos sólo a participar, sino que nos superamos, estuvimos a la altura de las circunstancias y llegamos al cierre de la competencia con posibilidades más que interesantes”, aseguró.
Cuando solamente quedan dos partidos para que termine el certamen, el DT sostuvo que independientemente de los resultados, el balance es “altamente positivo” y resaltó la riqueza técnica que posee en el plantel. “El panorama es esperanzador, no sólo por el material actual, sino también por las jugadoras que vienen asomando”, remarcó.
Es que al no haberse enfrentado con la mayoría de sus adversarios, era una incógnita el nivel de exigencia que iban a afrontar. “No teníamos una idea clara de las virtudes y defectos de los otros clubes. Tampoco sabíamos cómo iban a responder las chicas ante una exigencia mayor”, admitió.
“Los resultados y nuestras buenas actuaciones nos han puesto en la pelea y nosotros no lo queremos desaprovechar. Nuestra cabeza siempre estuvo puesta en mantenernos, pero estando tan cerca vamos a intentarlo. Fuimos subiendo la vara, las chicas respondieron y vamos a pelear hasta lo último”, señaló.
En cuanto al rendimiento, Fernández sostuvo que sus dirigidas, a diferencia del año pasado, lograron prolongar los buenos momentos durante los partidos. Alcanzaron una regularidad en su producción, que las convirtió en un “equipo confiable”. Además, subrayó que el cambio más significativo se dio en el plano mental.
“Nos transformamos en un conjunto más combativo, que era algo que nos faltaba. El buen juego siempre está, hay que tener en cuenta que el oponente también juega y a veces se complica imponer condiciones, pero en esos momentos es cuando aflora el temperamento, se asume que es un mal momento y se sale adelante”, explicó.
El elenco de Corimayo se trasladará este sábado a Ingeniero Maschwitz para visitar a San Andrés, en busca de una victoria que le permita mantenerse en carrera por el ascenso. “Iremos con las mismas armas de siempre, jugaremos con tranquilidad y haremos todo para volver al triunfo”, concluyó.