En el partido más complicado de todos, el "Rojo" sacó pecho y terminó consumando su victoria en el Nacional de Clubes. Derrotó como visitante a Duendes en Rosario, por 25 a 19 y todavía respira.
Una estupenda tarea por parte de los forwards en las formaciones fijas facilitó el juego los backs y fue fundamental para el primer triunfo del equipo de Burzaco. Germán Villamil, en dos ocasiones, y Santiago Serra, en una, anotaron los tries del conjunto conducido por González Bravo y Minassi. Además, Valentín Cruz se despachó con dos penales e igual cantidad de conversiones.
Precisamente, tras un penal fallido por el 10 de Pucará apenas comenzado el encuentro, el local respondió con un try de Tomás Carrió en la bandera derecha. Parecía que el club browniano no se sentía cómodo en tierras rosarinas, hasta que una jugada marcó el quiebre.
Una pelota a cargar por parte del local, fue excelentemente ganada por Felipe Del Mestre, quien apiló a varios rivales y le cedió la pelota a Federico Torres. Varias fases luego, llegó la primer conquista de Villamil. Cruz cerró la jugada de siete puntos y desde ahí, el equipo tomó el control del cotejo.
En 10 minutos, los rojos fueron contundentes y ampliaron aún más la diferencia. Aprovechando la superioridad numérica del momento, ya que Nicolás Coronel, hombre de Duendes, había sufrido una amarilla, sumaron mediante dos penales de su apertura y un try de Santiago Serra.
Todo comenzó en una recepción de Villamil, quien le sirvió la pelota a Mariano Montanaro, que a pura velocidad, se la cedió a Gerónimo Albertario. El segunda línea corrió unos metros y se la dejó colgada al medio scrum para que se zambulla sobre el ingoal rival.
Durante el transcurso de la etapa complementaria, el wing de Pucará volvió a apoyar, esta vez en la bandera derecha. El "Rojo" no pasaba peligro alguno y manejaba las acciones del partido. Sin embargo, los últimos 15 minutos fueron fatídicos.
Primero, un try convertido del local, que se acercaba en el marcador. Luego, amonestación para Albertario, que dejaba a su equipo con uno menos a falta de 11 minutos. Instantes más tarde, llegó una nueva conquista de los locales, que se ubicaban a seis unidades a falta de nueve para el final.
Con 14 y a resistir en defensa. Esa era la premisa del equipo de Burzaco, que aguantó con garra, alma y corazón. El pitazo final del árbitro, tras un knock on de un jugador local que se encontraba a cinco metros del ingoal del Rojo, desató la algarabía y provocó el desahogo de todos los jugadores, cuerpo técnico y allegados de "Puca".
De esta manera, el elenco de Falucho sigue con vida en el certamen nacional y como de costumbre, tratará de no rendirse hasta el final.