El objetivo es que, a través de los dispositivos, se pueda verificar si el aparato sufrió alguna interrupción en la cadena de frío. En diálogo con De Brown, el concejal Lucas Carballal explicó que buscan aumentar los controles, y que la propuesta está siendo estudiada en las comisiones, abierta a los aportes que puedan hacer desde Bromatología.
Con el objetivo de preservar la salud y la calidad de vida de los vecinos de Almirante Brown, el concejal del Frente Renovador (FR) Lucas Carballal propuso que se coloquen chips inteligentes a todas las heladeras de los negocios brownianos, para así poder detectar más rápidamente si infringen total o parcialmente las normas sobre el mantenimiento de la cadena de frío.
Si la iniciativa, que está siendo estudiada en las comisiones del Concejo Deliberante prospera, a los aparatos se les colocaría un pequeño dispositivo por medio del cual se puede averiguar si estuvo desenchufado, si estuvo enchufado pero apagado o si se cortó la luz, entre otros datos.
“Es de público conocimiento que tanto supermercados como almacenes, y también algunos restaurantes, no cumplen con normas de bromatología. Muchos suspenden, por ahorrar energía, la cadena de frío de lácteos o carnes. A partir de eso se busca implementar un sistema donde se le coloca un reloj memoria a cada heladera, que no es una cosa cara, son aparatitos que no tienen mayores complejidades”, explicó Carballal en diálogo con www.deBrown.com.ar
Todo ello a fin de tomar conocimiento sobre en qué estado está la mercadería, dado que muchas veces se interrumpe la energía eléctrica que las conserva, acelerando su descomposición. Si de todos modos el comerciante vende ese producto, la salud de los consumidores puede estar gravemente en riesgo, puesto que la comida en mal estado provoca enfermedades que pueden terminar en la muerte.
Mediante la puesta en marcha del “termógrafo”, el proyecto de ordenanza -que está siendo analizado- propone que el registro de las temperaturas de los refrigeradores sea obligatorio, no solo para los supermercados o almacenes sino también para todos los comercios y transportes habilitados, y/o en trámite de habilitación, que tengan por destino principal y/o anexo el almacenamiento, distribución y comercialización de productos perecederos.
En caso de que ser aprobada, el costo de los equipamientos correrá por cuenta de la Dirección General de Bromatología Municipal y estará establecido en el presupuesto. Es decir que los empresarios no deberán costearlas de sus bolsillos. Aquellos que los tengan, exhibirán en sus puertas una oblea que así los identifique.
Luego de que el proyecto se apruebe, habría 120 días para que todos se adecúen a la nueva normativa, según los plazos que fije Bromatología,
"Cuando alguien entre a un comercio a las 10no puede ver lo qué pasó anteriormente con las heladeras que están prendidas. Se trata de que haya un control mayor, ya que al perder la cadena de frío el alimento pierde su condición, entrando en un proceso de descomposición, lo cual puede afectar seriamente a la salud", explicó el edil.
Y agregó: "Tanto en carnes como en lácteos, al estar envasados y ser cerrados, uno no tiene oportunidad de analizarlo hasta que los abre, y mismo abriéndolos o consumiéndolos uno a veces puede no darse cuenta de si ha sufrido algún tipo de alteración".