La Policía señaló a uno de los fallecidos como el entregador. Sin embargo, la familia contó la historia del reconocido canillita de Calzada, que vivía con ellos desde hace 15 años.
Jonathan Godoy ingresó al vivero, ubicado en Illia y 12 de Octubre, con el objetivo de robar una suma de dinero que supuestamente la familia Gramuglia cobrado. Pero al encontrarse con que la información era falsa, todo se salió de control.
Bajo los efectivos de drogas y ante la llegada de la Policía, inició una toma de rehenes que terminó con dos muertos y dos heridos. Uno de los fallecidos era Vicente, dueño de la propiedad; el otro cuerpo fue identificado como Carlos Martínez.
A partir de los primeros informes policiales, se señaló a Martínez como el entregador debido a un diálogo que mantuvo Godoy con el fallecido. El delincuente le habría advertido a los dueños del comercio que “Carlitos” -como se lo conocía en el barrio- había dado la información de ese presunto pago.
Sin embargo, los familiares descreen de esta versión. Greta, hija del matrimonio Gramuglia, explicó que Martínez vivía con ellos “desde hacía 15 años en una habitación detrás de la casa” y que era un amigo de la familia. Creen que pudo haber “hablado demás sobre los movimientos de la casa”, pero no toman como una posibilidad que haya vendido datos para que se lleve a cabo a un robo.
Godoy entró al vivero a las 9, con el fin de llevarse un botín. Luego de una discusión con "Carlitos", que estaba dentro del local, lo asesinó. Su segunda víctima fue Vicente -dueño del comercio-.
Al escuchar los ruidos, Gladys -mujer de Vicente- ingresó al local que está conectado a la casa, descubrió al delincuente y éste la hirió en el cuello con un cuchillo. Allí vio a su marido tendido en el piso y rápidamente se dio cuenta que había fallecido.
Al ingresar a la vivienda, Godoy encontró a Luis -hermano de Vicente- y a Mabel -empleada doméstica-. Allí atacó también a Luis, quien es discapacitado y estaba al cuidado por el matrimonio.
Alrededor de las 11:30, Gladys pudo ingresar a un baño de la casa y desde allí llamó a su hija, Greta, para advertirle de la situación. Rápidamente, la mujer se dirigió a la comisaría local y, junto los Policías, acudieron al domicilio.
Al abrirle la puerta del vivero a los efectivos, descubrieron que el delincuente tomó de rehenes a los habitantes de la casa. Luego de una negociación, Godoy liberó a los dos heridos para sean llevados al hospital y se quedó con la empleada doméstica.
Finalmente, cercado, decidió entregarse y fue retirado por agentes con un importante operativo. Lo trasladaron a la comisaría. La mujer resultó ilesa.
Está en manos de la UFI 11, a cargo de la Dra. María Alfaro, en el Departamento Judicial de Lomas de Zamora. El detenido, Jonathan Godoy, tenía antecedentes por robo.
