Pasaron más de seis meses desde el asesinato del chofer de la línea 514 y todavía no hay detenidos ni novedades en la causa. Tras la feria jucidial, la familia solicita celeridad en la investigación y esperan los resultados de pericias sobre el morral que la víctima llevaba en el momento del ataque.
Pasó más de medio año desde el crimen de René Ruiz, el chofer de la línea 514 que fue asesinado frente a la terminal de la empresa 160. Su familia no encuentra respuestas a lo sucedido y pide que se detenga a el o los culpables. Si bien el caso “está siendo investigado”, hasta el momento no hay ningún detenido ni tampoco existen rastros del responsable de la muerte.
“Estamos como el primer día, no se sabe nada. Supuestamente, alguien declaró que vio escapar a una persona, pero no hubo más que eso”, relató a www.deBrown.com.ar la esposa del conductor, Patricia Quintero.
La causa está en manos de la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) 15 de Lomas de Zamora, a cargo del fiscal Gastón Fernández. Desde allí, citaron a declarar a varios compañeros de trabajo de la víctima, pero no se desprendieron datos de mayor importancia.
“Algunos fueron y otros no. Muchos tienen miedo de lo que les pueda pasar, siguen estacionando sus autos en la calle y dicen que el barrio es muy inseguro”, agregó la mujer en alusión a la zona donde está instalada la terminal de la compañía, en Araujo 3732, en el barrio Don Orione.
La situación para los familiares se tornó aún más complicada, ya que “no hay testigos” que hayan presenciado el violento ataque que sufrió René en la madrugada del 4 de septiembre cuando estacionaba su auto para iniciar su turno laboral. El único registro es el de las cámaras de seguridad de la empresa, pero por la distancia que hay entre su ubicación y el lugar de los hechos la imagen es muy poco clara.
Ahora, esperan los resultados de una prueba que se iba a realizar sobre el morral que llevaba el colectivero, “donde se encontraron pelos”, que tal vez podrían ser del atacante.
“Todavía tampoco me entregaron su celular”, remarcó Patricia; y adelantó que la próxima semana tiene que reunirse con el fiscal, con quien estuvo en constante contacto hasta el 19 de enero. Luego, la feria judicial dilató aún más los tiempos.
Esa muerte generó una gran conmoción en el área del transporte y, el mismo día del trágico episodio, sus compañeros interrumpieron el servicio, se manifestaron en el centro de Adrogué y también hicieron un corte de vías.
Durante los meses siguientes, frente a la falta de avances en la investigación, se movilizaron hacia el Palacio Municipal, a la sede del sindicato que los reúne y a diversas dependencias estatales en pedido de justicia y de mejoras en la seguridad.
“No estoy en condiciones de ponerme a organizar nada, no tengo fuerza para eso y tampoco tengo ganas de molestar a nadie. Pero no quiero que esto siga en la nada, quiero que se esclarezca lo que pasó porque él iba a trabajar y de repente le truncaron todo”, concluyó la mujer.