A 11 años del crimen, se reunieron en la plaza de Blanes y Avenida Argentina, en el barrio “El Trébol” de Glew. Además, realizaron una misa en su honor en la Iglesia “Nuestra Señora de Luján” de Longchamps. Reiteraron el pedido de justicia, ya que el único detenido fue puesto en libertad.
Tras 11 años del asesinato de Nahuel Iraizoz, familiares y amigos se congregaron para homenajear al joven que fue asesinado durante un intento de robo en la maderera que sus padres tenían en Longchamps.
Como cada 25 de agosto se dieron cita en la plaza browniana que lleva su nombre y participaron de una misa en la Iglesia “Nuestra Señora de Luján” de Longchamps, situada en Belgrano e Hipólito Yrigoyen.
Este nuevo aniversario fue aún más doloroso para la familia debido a que este año, el Juzgado de Ejecución de Lomas de Zamora, reduzco la pena y dejó en libertad a Alejandro Etchechury, sindicado como el responsable de lo ocurrido en 2004.
El entorno del joven no puede entender cómo, con las pruebas que lo señalan como responsable, le otorgaron la salida de la cárcel “con los dos tercios” de la sanción cumplida.
“En el caso de Etchechury, le dieron 16 años y a los diez sale. ¿Cómo puede salir con las dos terceras partes? Lo condenaron por haber matado a mi hijo confundiéndolo con un ladrón, cosa que se probó que no fue así”, había explicado en ese momento a www.deBrown.com.ar, el padre de la víctima, Hugo Iraizoz.
Hace dos meses presentaron un descargo ante la Suprema Corte de Justicia, pero todavía esperan una respuesta.
El hecho
El episodio en que Nahuel perdió la vida -tras once días de agonía- ocurrió el 14 de agosto de 2004. Ese día, él y su papá fueron sorprendidos por tres hombres en la maderera que la familia tenía en la localidad browniana y en esas circunstancias recibió un balazo en la cabeza.
En un primer momento el hecho fue investigado como “muerte en ocasión de robo” y en 2007 se llevó a cabo un juicio oral en el cual el Tribunal 9 condenó a Etchechury por “homicidio simple”; a Rojas por “robo en grado de tentativa y encubrimiento de homicidio”, y al ex oficial de la Policía Bonaerense Víctor Hugo Sierra -fallecido en 2010-, por “tentativa de robo seguido de muerte”.
Cuatro años después, la Cámara de Casación condenó a Rojas como “autor penalmente responsable de los delitos de privación ilegal de la libertad con amenazas y arma de fuego, homicidio agravado por el uso de arma de fuego, en grado de tentativa, y portación de arma de guerra sin la debida autorización”; y a Etchechury “como partícipe primario de homicidio agravado por el uso de arma de fuego, en grado de tentativa, en concurso real con homicidio agravado por el uso de arma de fuego, en calidad de autor”.
El año pasado, tras una intensa lucha por parte de la familia, hubo un cambio en la caratula y el crimen quedó calificado como “Homicidio de Nahuel, en complicidad e intento de asesinato hacia Hugo Iraizoz”. Pero, este año todo cambió.
La justicia lomense dejó en libertad a Etchechury por considerar que le correspondía ese derecho por haber cumplido las dos terceras partes de su pena.
