El regreso a clases supone combinar adecuadamente las actividades a realizar, las horas de descanso y la alimentación. Vacunas, apto físico, controles médicos, se suman a los hábitos presentes en esta época del año. Cómo evitar que el nuevo ritmo genere estrés.
La vuelta a las aulas provoca una serie de cambios, que impulsan diversos retos. Los niños deben aprender nuevamente a respetar horarios, preparar la mochila y la ropa el día anterior, planificar qué van a comer y qué tareas van a concretar. Es prioritario organizarse para evitar el cansancio y el malestar.
Para que los alumnos puedan cumplir con los objetivos que se plantean al comenzar el ciclo lectivo, precisan mucha disciplina y esfuerzo. Sin embargo, esto puede acarrear situaciones de tensión que afectan seriamente su salud, tanto física como mental.
Será vital que definan prioridades, horarios para realizar cada cosa y se reserven momentos para hobbies y descansar. En algunos estudiantes se puede evidenciar miedos e incertidumbre, en particular, en los más chicos o en quienes, por ejemplo, arrancan en un colegio nuevo.
Manifiestan su disconformidad a través de dolor de cabeza y estómago, poco apetito, enojos o dificultades para dormir. El estrés se vincula muchas veces con problemas de autoestima, ya que el menor siente que no puede cumplimentar todo lo que se le pide. En ese contexto, el entorno familiar será el encargado de otorgarles la seguridad que precisan.
Cómo optimizar la nutrición
Durante el año escolar, a muchas familias se les vuelve imposible mantener una alimentación sana. Especialistas señalan que es fundamental que las comidas en la escuela sean igual de variadas que las que se consumen en casa.
Se deben elaborar platos de fácil digestión y que puedan pasar varias horas fuera de la heladera. Por eso, es necesario utilizar recipientes con separadores, donde se pueda incluir diferentes opciones. Además, siempre deben tener a disposición una botella de agua, para evitar el uso de bebidas azucaradas y gasificadas.
Un punto central a tener en cuenta es que las viandas estén bien refrigeradas; si en las escuelas no pueden resguardarlas del calor, se puede recurrir a estuches refrigerantes con geles de frío. Es prioritario incorporar en el menú carnes magras, frutas y verduras.
Más salud
Cada vez es más frecuente que durante la edad escolar se requiera un apto físico para realizar actividades deportivas. El objetivo es lograr el bienestar de los menores y prevenir trastornos a futuro. Los padres o tutores tienen la responsabilidad de establecer como costumbre en sus hijos los controles visuales, bucales y auditivos.
El Estado nacional garantiza que los pequeños que asisten a los establecimientos educativos del país sean inmunizados de forma gratuita, debido a que son más propensos a contagiarse enfermedades cuando están fuera de su hogar. El calendario de vacunación vigente es el siguiente.
Niños de entre 5 y 6 años tienen que recibir:
A los 11 años: