Según informaron desde el gremio, los empleados asistirán a su lugar de trabajo pero no habrá atención al público. La medida se concretará durante toda la jornada debido al fracaso en las negociaciones con los empresarios y el Gobierno por la actualización en los valores del mínimo no imponible.
Sin ningún avance en las negociaciones, la Asociación Bancaria ratificó el paro de 24 horas que había anunciado la semana pasada. La medida, que será la segunda en menos de un mes, es en reclamo de la modificación del Impuesto a las Ganancias que el gremio solicitó a la administración nacional y por el cual no obtuvieron respuestas positivas.
La decisión se conoció luego de un plenario de secretarios que la entidad liderada por Sergio Palazzo llevó a cabo durante los últimos días de julio, y que luego fue ratificada este lunes, y es en consecuencia “del fracaso de las negociaciones entre las cámaras empresarias y el Gobierno.”
“Al no tener respuesta a los reclamos sobre los sistemáticos incumplimientos salariales y convencionales y la injusta imposición del impuesto a las ganancias, se decide continuar con el plan de acción y convocar a un paro de actividades para el jueves 7 de agosto”, señala el comunicado difundido por “La Bancaria”.
De la misma manera, adelantaron que en el contexto de la protesta se llevarán adelante manifestaciones en el centro porteño así como en diversos puntos del país.
Con este escenario, el titular del gremio aseguró que los empleados del sector concurrirán a los lugares de trabajo” pero cumplirán la disposición a través de la no atención al público durante toda la jornada laboral.
Así las cosas, la de hoy será la segunda medida de fuerza de estas características que se concreta en menos de un mes, ya que el 8 de julio el gremio llevó a cabo una acción similar que tuvo un diverso grado de acatamiento dependiendo del sector al que pertenecen los trabajadores. Mientras que en la banca pública hubo un elevado grado de adhesión, en la privada el porcentaje fue mucho menor.
El 29 de mayo, el gremio había efectuado un cese total de actividades. En los primeros días del mes siguiente, el accionar se multiplicó pero de forma parcial: el 12 y el 13 detuvieron la atención al público en la última hora de trabajo, y el 18 y el 19 sumaron 60 minutos más.