Es organizado por la ONG Compromiso y se lleva adelante en Adrogué. Funciona desde el año pasado, con el objetivo de brindarles herramientas para sanar, restituir sus vínculos sociales y economía. Conocé las historias de superación personal.
La ONG Compromiso Ciudadano lleva adelante el Grupo de Acompañamiento y Contención de Mujeres. La meta es proporcionales a las víctimas un espacio que les permita expresarse y las guíe en la recuperación de su autoestima, el entorno familiar y de amistades; y su búsqueda laboral.
Los encuentros son gratuito. Están coordinados por la profesional a cargo, couselor Paola Hullk. Se realizaron de agosto a diciembre de 2018; y ahora reabren sus puertas este miércoles, de 14 a 15:30, en Adrogué.
Si queres sumarte, podes hacerlo enviando un correo electrónica a compromisociudadanobrown@gmail.com para coordinar una primera reunión individual. También podes comunicarte a través de facebook: Compromiso.
El año pasado, cinco mujeres iniciaron el taller, compartiendo sus miedos y frustraciones, pero de a poco, las ganas, los proyectos y los sueños ganaron terreno en cada encuentro. En menos de dos semanas, todas comenzaron a trabajar y, con ello, a reorganizar sus vidas.
“Para muchas mujeres nombrar la violencia, es uno de los pasos más difíciles de dar. Es en ese contexto donde la escucha se vuelve trascendental para aquellas que vienen golpeadas en su autoestima, en su economía y en sus vínculos sociales”, explicó en diálogo con www.deBrown.com.ar Paola Hullk.
Y agregó: “El espacio resulta constructivo en la medida en que sus integrantes sienten que pueden expresarse sin recibir un enjuiciamiento, sino con acompañamiento y comprensión por parte de sus pares”.
En los primeros encuentros una mujer de 54 años contó su experiencia personal y explicó que nunca había trabajado, no por falta de oportunidades, sino porque no se sentía capaz para hacerlo.
Luego de intercambiar experiencias con sus compañeras, decidió tomar un empleo como cuidadora. Hoy trabaja en algo que descubrió que le gusta y paga su alquiler. “Ya no necesita depender de lo que le da su pareja. Pudo salir de un vínculo violento”, expresó la especialista.
Para otra de las mujeres que se acercó a los encuentros, el espacio generado entre todas “fue fundamental para la conversación y compartir experiencias”.
“El primer grupo del Taller de Contención se vio rápidamente desactivado por el empoderamiento; ese que impulsa la fuerza colectiva y les permite saber que ya no están solas y que aún hay mucho para dar”, señaló Paola.
“Todas ellas pudieron tomar conciencia de que no son culpables sino víctimas, y que pueden salir de ese circuito de violencia, proponiéndoselo. No será fácil y llevará su tiempo, pero se puede lograr con contención, sabiendo que tienen un lugar a dónde acudir, ser escuchadas y acompañadas”, concluyó.
