El matrimonio es de Adrogué y hace quince años mantiene esta tradición. Mirá el video.
Elsa y Rubén son vecinos de Adrogué y su historia pega directo en el corazón. Es que están casados hace cinco décadas y encontraron una pasión que los une aún más. Todos los fines de semana viajan a Mar del Plata solo para bailar en La Rambla. Su carisma cautivó a veraneantes y, sin saberlo, se convirtieron en famosos en las redes sociales.
Ella tiene 72, mientras que él 75 y hasta hace cuatro meses tenía dos trabajos. Hace quince años hacen 400 kilómetros para divertirse en “La Feliz”.
“La rutina es siempre la misma, cuando termina la jornada laboral, comemos algo y salimos a la ruta. El sábado vamos a la playa, y cerca de las 14 estamos en la pista hasta las 20. Lo mismo ocurre el domingo. A la noche volvemos a casa”, detalló la browniana en diálogo con Infobae.
Cada finde, la pareja de jubilados magnetiza a los turistas, quienes no paran de aplaudirlos, filmarlos y sacarles fotos. Es que se mueven al ritmo de la música que suena, siempre juntos y naturalmente; no tienen coreografías armadas ni toman clases. Simplemente se dejan llevar.
Sin buscarlo, la pareja revolucionó las redes sociales. Hay videos de sus bailes en YouTube que fueron subidos por los propios veraneantes. También hay “memes motivacionales” con sus caras.
“Mi nieta un día me los mostró; no lo podía creer porque nos conectamos entre nosotros y nos olvidamos del mundo. Es cierto que muchos se nos acercaron para felicitarnos”, admitió.
Se conocieron en una matiné de Lanús y, después de seis años de novios, se casaron. Fue un 11 de noviembre de 1964. Elsa tuvo distintos comercios en Adrogué hasta el 2001. Su esposo, en tanto, fue empleado administrativo y ya jubilado trabajó como chofer de transporte escolar en un instituto de educación especial.
“En la pandemia decidí parar. Ahora disfrutamos a full de la vida. Tenemos más libertad para venir a Mar del Plata”, aseguraron.
Los brownianos tuvieron dos hijos, Adrián y Mariana. Esta última murió por un cáncer terminal de cerebro. “A los 44 años el día de su cumpleaños partió de manera fugaz. De la familia, era la única a la que le gustaba bailar, y amaba vernos en casa, siempre nos ponía música. Le bailamos al cielo, en su honor”, confesó Elsa. Además, tienen cuatro nietos y un bisnieto.
