De acuerdo a datos oficiales, creció del 8 al 12 por ciento durante los últimos 10 años. En el primer y segundo año de secundario ese número aumenta. Según los especialistas la falla principal se encuentra en que el sistema educativo está pensado para las “elites”, con muchas materias por año y un diseño “enciclopedista”.
Según datos oficiales, este año al menos uno de cada 10 alumnos de los cuatro millones que empezaron el secundario en la Argentina no acabará sus estudios, por diferentes motivos. Este número marca un crecimiento en la deserción escolar, que pasó del 8 al 12 por ciento en la última década, y actualmente se ubica en el 15 por ciento.
La cifra se define cuando los chicos terminan de rendir en febrero, más allá de que pueden pasar con materias previas -la cantidad varía según la provincia- a muchos no les alcanza con esta posibilidad, y finalmente deben volver a hacer el año completo, detalla un informe de la Universidad Nacional de Belgrano.
¿Qué cambios se dieron a la par de estas cifras? La obligatoriedad de contar con la escuela secundaria hecha para la mayor parte de los trabajos en el Estado o en las fuerzas públicas, así como también para formarse en otros niveles, carreras donde antes bastaba tener la primaria hecha.
A la vez, se amplió la matrícula en el nivel “medio”, que entre el 2003 y el 2013 subió un 14,2 por ciento, lo que hace que sea una de las mayores en América Latina. En rigor, la cantidad de repetidores es inversamente proporcional a los años de estudio, es decir: desciende a medida que aumenta el año de cursada.
Así, el promedio de los últimos tres años es del 6,7 por ciento. ¿Cuál es la principal consecuencia de la repetición?, la deserción. Muchos terminan por abandonar completamente el colegio secundario, punto que es uno de los más críticos en la Argentina en materia de educación.
Una de las principales causas es “la herencia de un modelo selectivo de escuela secundaria diseñado para las elites: muchos profesores, materias muy enciclopédicas, muchos exámenes y toda la responsabilidad puesta en el alumno", advierten los especialistas. "Este modelo está en crisis, pero no encontramos un reemplazo", afirma el investigador de CIPPEC Axel Rivas.
Por eso, piden renovar toda la escuela media, que en gran parte es la misma de hace siglo y medio. Como por ejemplo, el hecho de que al alumno se lo castiga cuando algo no sale bien, repitiendo.
Esta práctica consideran los expertos "no es un buen recurso pedagógico en ningún nivel educativo", ya que implica que el menor tenga que hacer de nuevo lo mismo que no pudo hacer de una sola vez. Esto desencadena falta de atención por los contenidos que sí había comprendido y desgano ante aquellos que debe volver a enfrentar.
En este punto, aconsejan el acompañamiento durante el proceso escolar, con tutores y pares. Sistema al cual consideran una herramienta clave para evitar la deserción y generar una mayor inclusión tanto dentro como fuera del aula.