Tras la explosión en Moreno y luego de numerosas denucnias, Enargas intimó a las prestadoras a realizar inspecciones en las instituciones educativas.
La medida se tomó tras la explosión en la escuela primaria del barrio San Carlos, ubicada en Moreno que dejó dos fallecidos. El directorio de Enargas ordenó a las empresas distribuidoras a que lleven adelante inspecciones de seguridad.
Se revisrán las instalaciones de gas “de todos los establecimientos educativos, oficiales y privados, en todos los niveles existentes en su área, con el objetivo de prevenir accidentes”.
La resolución 201/2018 instruye a todas las licenciatarias del servicio de distribución de gas por redes, incluyendo a las subdistribuidoras, a diseñar de forma coordinada con las autoridades educativas “un protocolo de verificación y un plan de acción” para realizar dichos controles.
Según se desprende del texto, la medida estará “a cargo y costo de las empresas”. Tendrán como plazo máximo el 31 de octubre y “será independiente” del programa “Revisión Técnica Obligatoria”, que se efectua de manera periódica.
Una vez iniciadas estas revisiones, las distribuidoras tendrán que poner en conocimiento al Enargas, de forma periódica, el grado de avance de las tareas desarrolladas.
“Las estadísticas demostraron que los accidentes ocurren como consecuencia de artefactos con inadecuada ubicación, falta de mantenimiento -en especial ventilaciones obstruidas o desacopladas-, o con modificaciones no autorizadas en el mismo artefacto o en su instalación", señala la normativa.
Según los considerandos, la última vez que se hizo una iniciativa de estas características fue en el año 2005. En esa oportunidad, se registraron 18.701 establecimientos.
Esta decisión fue tomada después del accidente ocurrido el 2 de agosto en una escuela de la localidad bonaerense de Moreno. Una pérdida de gas generó una fuerte explosión que mató a la vicedirectora Sandra Calamano, de 48 años; y el portero Rubén Orlando Rodríguez, de 45.