La nueva medida apunta a combatir la inseguridad. Comenzará a regir a partir del 1 de enero, fecha límite dispuesta para que todas las líneas adapten a las unidades. Por ahora, solo afectaría a los vehículos nuevos que se incorporen, y los gastos correrán por cuenta de cada empresa. La iniciativa surgió de un acuerdo entre la Agencia de Transporte bonaerense, el Ministerio de Seguridad provincial y la UTA.
Luego de numerosos hechos de inseguridad, que se cobraron la vida de varios choferes, la Agencia Provincial de Transporte (APT), el Ministerio de Seguridad bonaerense y la Unión de Transporte Automotor (UTA) acordaron que a partir del 1 de enero todos los colectivos deberán contar con cámaras de seguridad en sus interiores.
Pese a ello, en una primera instancia está previsto que la medida afecta a las unidades nuevas que se incorporen a cada flota, y primeramente en el turno nocturno. Se prevé que se vaya extendiendo progresivamente, aunque por el momento no se precisó cuándo sería ni cómo afectaría a los que ya están en funcionamiento.
Según se publicó en el Boletín Oficial de la Provincia, la meta es llevar un “proceso de implementación gradual, comenzando por la colocación en un número de unidades equivalentes al parque asignado a servicios nocturnos”.
Ello equivale a un colectivo por cada ramal- recorrido que tenga cada línea. Asimismo, desde el primer día del 2015 todos vehículos que se incorporen al parque automotor de las empresas tendrán que tener incorporados los dispositivos, en tanto que se sugiere a los municipios que adhieran a la normativa para los servicios que sean estrictamente comunales, o sea: aquellos que funcionan solamente en cada distrito.
Hasta el momento, solamente la línea 338 –cuyo recorrido abarca una buena parte de Almirante Brown, como las localidades de San José y Adrogué- cuenta con ellos, ya que fue la protagonista de la prueba piloto que fue evaluada como “positiva”: “Resulta adecuado y eficiente complemento a la presencia policial en los distintos puntos a lo largo de los recorridos del transporte público”, comunicaron las autoridades en la resolución 374 de la APT.
No será, sin embargo, el Estado el responsable de costear los aparatos de seguridad, sino que la instalación de los mismos correrá por cuenta de cada servicio.
Los colectivos y la inseguridad
En Brown, uno de los episodios más resonantes de inseguridad a causa de la falta de medidas por parte del gobierno bonaerense se dio cuando el jueves 4 de septiembre un delincuente asesinó a un chófer de la empresa Expreso Arseno y Micro Ómnibus Sur, que abarca a las líneas 514 y 160.
Ocurrió cuando René Ruiz se disponía a comenzar su turno de trabajo, pero fue sorprendido por un asesino que intentó robarle su vehículo particular, intento fallido en el que se cobró la vida de la víctima.
Dicho episodio fue el disparador para que los conductores de estas y otras empresas reclamaran mayores medidas para combatir la inseguridad, denunciando frecuentes intentos de robo no solo a ellos sino también a sus pasajeros, y la vulnerabilidad a la que quedan expuestos al no contar con medidas que los protejan; solamente algunos cuentan con la instalación de botones anti pánico.
Ya anteriormente, en marzo de este año un paro sorpresivo paralizó a Buenos Aires cuando la UTA decidió la medida de fuerza tras el asesinato de un conductor de la línea 56 en la ciudad de Villa Madero; si bien la medida fue levantada a las horas, los episodios y sus correspondientes reclamos a la gestión del gobernador Daniel Scioli se dieron durante todo el año.