Ante el resurgimiento en Europa y África de esta enfermedad, autoridades sanitarias argentinas refuerzan las medidas. El virus, mortal en la mayor parte de los casos, se introduce por transmisión humano-animal y se propaga persona a persona. La mayor dificultad combatirlo es que no existen vacuna ni tratamiento alguno contra él, por lo que la prevención es fundamental.
Si bien por el momento en la Argentina no se ha registrado ningún caso, ante el rápido nivel con el que se está propagando el Ébola (EVE) en el país ya se encendió la alarma de alerta y, por eso, se trabaja fuertemente en la prevención, ya que no hay ni tratamiento ni vacuna aprobados para combatirlo.
El EVE es una enfermedad infecciosa viral aguda y consiste en fiebre hemorrágica tanto en humanos como en primates. Se presenta a través de brotes o epidemias, y fue descubierto en 1976 en las cercanías del río africano Ébola, por eso se lo bautizó así.
Debido a estas características, que se suman al hecho de que es difícilmente predecible, se lo considera un arma biológica. Misteriosamente, en marzo se comenzó a registrar un brote epidémico en Guinea, que luego se extendió a Liberia, Sierra Leona y Nigeria y que provocó más de 1.110 muertes; hasta 4 de agosto se registraban 1.711 casos y 932 muertos.
Pese a que la Argentina no tiene vuelos internacionales directos hacia los países africanos, donde hay registrados casos de EVE, las autoridades sanitarias refuerzan el sistema de salud dado que no descartan que a través de personas que hayan estado en el extranjero, en países donde sí existen vuelos hacia esos lugares o directamente en esos lugares, pueda ser introducido, y por eso refuerzan la prevención, pues no existen vacuna ni tratamiento para combatirlo.
A través de un comunicado, el Ministerio de Salud bonaerense informó que se llevó a cabo una charla de capacitación para médicos infectólogos de los distintos hospitales públicos de la Provincia, estableciendo un protocolo sobre cómo proceder ante cuadros sospechosos, organizando la evaluación y el tratamiento de eventuales casos.
Para eso, los centros de salud Eurnekian de Ezeiza, Ludovica y San Juan de Dios de La Plata, Tetamanti y Alende de Mar del Plata y Penna de Bahía Blanca fueron nombrados centros de referencia por si se llegara a confirmar alguno. Estos tienen las condiciones necesarias para el aislamiento del enfermo; además, está comenzando un proceso de capacitación del personal para protección, prevención, control de infecciones, y compra de los elementos e insumos necesarios.
Además, todos los efectores públicos de la Provincia se encuentran informados respecto de cuándo sospechar un caso, qué precauciones deben tomarse y a dónde se deberá informar y derivar al paciente afectado. El mismo alerta fue comunicado también a instituciones relacionadas con la salud como Fecliba, Acliba, el Colegio de Médicos de la Provincia, Femeba, Femecom, Cosapro, la Cámara Empresarial de Medicina Prepaga, IOMA y la Confederación de Obras Sociales.
“Los equipos hospitalarios recibieron precisiones sobre el aislamiento necesario para un posible paciente infectado, el equipamiento que requerirá el equipo de salud y se los instó a conformar un Comité de Crisis intrahospitalario a los efectos de discutir la modalidad con que cada hospital va a asistir los eventuales casos”, informaron desde la cartera.
Una de las medidas más importantes que se puso en marcha es el después en caso de que alguna persona fallezca por EVE: no podrá haber rito funerario sino que de inmediato tiene que ser puestos en una doble bolsa, sellada, con cajón sellado, con entierro o incineración –preferentemente- de forma inmediata.
De qué se habla cuando se habla de EVE
Se trata de una patología severa que en la mayor parte de los casos es mortal, en los seres humanos. Si bien se creía extinta, en los últimos meses se conocieron varios casos en África y luego en Europa, lo que encendió la alarma en el mundo entero.
Consiste en la súbita aparición de fiebre, debilidad general, dolor muscular y de cabeza, seguido de faringitis, vómitos, diarrea y erupción. En los casos más graves, entre un 50 y 90 por ciento, también pueden darse hemorragias, insuficiencia hepática y renal, entre otros.
La misma se introduce a un país por medio de la transmisión humano- animal, y luego se propaga de persona a persona, ya sea por contacto directo a través de fluidos y/o corporales o de la sangre de una persona infectada.
“Nuestro sistema de Salud está en alerta epidemiológica, ya se definieron hospitales de referencia y se difundió información clave para los equipos de salud: cuándo sospechar un caso, cómo diagnosticarlo y tratarlo, cómo prevenir contagios y cómo notificar a las autoridades la presencia de un enfermo de esta gravedad”, remarcaron desde el ministerio.