Lo reveló un reciente informe de la OMS. Comprobó que este trastorno y la obesidad se han duplicado en la última década y la tendencia es creciente en las mujeres y los más jóvenes. El consumo de productos ultraprocesados, es un factor clave para entender esta problemática.
El exceso de peso constituye uno de los mayores problemas de salud pública. Debido a que únicamente en América Latina 360 millones ciudadanos sufren sobrepeso y 140 millones obesidad. El sector más vulnerable es el de los chicos.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) advirtió que el 58 por ciento de la población latinoamericana tiene sobrepeso. En tanto, el 23 por ciento tiene obesidad.
“La tasa de obesidad femenina es 10 puntos porcentuales mayor que la masculina por el actual sedentarismo, sumado al factor laboral que las priva de tiempo suficiente para elaborar comidas saludables”, explicó.
Por otro lado, estimó que el 7,2 por ciento de los menores de 5 años, cerca de 4 millones, viven con sobrepeso. En ese análisis sobresale Argentina con un 9,9 por ciento de índice de sobrepeso en menores.
Ante esta realidad, especialistas plantean que es primordial que el núcleo familiar se comprometa a propiciar la actividad física, ponga atención en los alimentos que se consumen y sus calorías y consulte regularmente al médico.
Alimentos ultraprocesados
Argentina ocupa el tercer lugar, después de México y Chile, de los países de la Región con mayor consumo de este tipo de productos que generan, por su alto contenido de azúcar, grasa y sal, sobrepeso, cardiopatías y diabetes.
Están compuestos mayoritariamente por conservantes, estabilizadores, emulsificantes, aglutinantes, aumentadores de volumen, endulzantes, resaltadores sensoriales, colorantes y saborizantes. Se trata por ejemplo de los populares snack, los cuales generan adicción.
Así lo evidenció una investigación de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura denominada "Panorama de la Seguridad Alimentaria y Nutricional en América Latina y el Caribe".
Planteó que en estas naciones creció considerablemente la comercialización de productos y bebidas ultraprocesados. Por ejemplo, entre 2000 y 2013, en Uruguay aumentó un 146,4 por ciento; en Perú, 107 por ciento y; en Bolivia, en 129,8 por ciento.
En el caso de nuestro país su historial de ventas se asemeja más a la de los países desarrollados, con 185 kg anuales por habitante.