Se retiró esposado de Tribunales y quedó inmediatamente detenido. La Justicia de Lomas de Zamora condenó al ex policía de la Bonaerense David Benítez por el homicidio del ex jugador de Banfield. “El proceso sigue hasta que se cumpla el último día de la pena, pero afortunadamente para nosotros es un alivio”, destacó Gonzalo Bugatto, hermano de la víctima.
La madrugada del domingo 6 de mayo Lautaro Bugatto salió de su casa ubicada en Pedro Goyena y Monteverde, Burzaco, partido de Almirante Brown, para salir a bailar junto a su hermano y dos amigos. Pero apenas hechos unos metros se vio sorprendido por las balas de David Benítez, un ex policía de la Bonaerense que iba a bordo de un Renault 12 junto a su mujer. Según las versiones del acusado, le disparó creyendo que el joven jugador de Banfield iba a asaltar a su hermana y su hija, que iban adelante suyo en un ciclomotor.
Ayer, casi dos años y medio después de la fatídica noche, la Justicia condenó al ex efectivo por “homicidio simple”. En el Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) Número 10 de Lomas de Zamora, ubicados en Camino Negro y Larroque. Los jueces Daniel Manzini, Susana Silvestrini y José Ignacio Polizza resolvieron darle 14 años de prisión al acusado, dos más de los que había pedido la Fiscalía, seis menos de los que quería la Querrella, y lejos de la absolución o condena por exceso en legítima defensa que pretendía la Defensa.
Si bien la jornada estaba prevista para las 11:30 y todo indicaba que se iba a llevar a cabo en el auditorio principal del Palacio Judicial, que se encuentra en la planta baja, tuvo lugar en la pequeña Sala 1 del tercer piso, a donde concurrieron familiares, amigos, y conocidos de la víctima -entre ellos las “Madres del Dolor”-. Por parte del ahora condenado, solamente se encontraban su esposa, su hermana, y otro familiar.
Finalmente, a las 12:30 empezó la lectura, previo pedido de respeto del juez Manzini y una explicación: “Tengan en cuenta que es solamente una decisión nuestra, no estamos devolviendo nada, estamos haciendo lo que nosotros entendíamos que debíamos hacer. Acá no es un partido, nadie gana ni pierde, esto es solamente la decisión de un tribunal, y espero que lo entiendan así”.
Por entonces reinaba el silencio en la sala, y tantos pedidos por parte del magistrado sembraban la mala espina en algunos de los presentes.
La resolución
Los siguientes tres minutos y medio fueron quizás los más importantes en la vida de la familia Bugatto, al menos desde que falleció Lautaro. Según leyó la secretaria del Juzgado, por unanimidad, el TOC encontró a Benítez culpable de homicidio simple, dándole 14 años de prisión, y ordenando su inmediata detención.
Fue encontrado “autor penalmente responsable del delito de homicidio agravado por el empleo de arma de fuego”. Además, se ordenó investigar la “posible comisión del delito de falso testimonio por parte de las testigos María del Pilar Benítez y Andrea Celeste Cerda”, la hermana y la esposa, respectivamente del condenado.
En tanto, también se pidió sumar este expediente al que ya se encuentra iniciado por la posible “tentativa de robo de la que podrían resultar responsables Alexis Milton Putica y Alan Eduardo Esquivel”, quienes habrían sido en verdad quisieron asaltar a la hija y a la hermana de Benítez.
Dato no menor es que se ordenó hacerle entrega a él de manera definitiva del auto y de la moto que estuvieron involucrados en el episodio. El vehículo que había sido eje de la polémica, ya que menos de 24 horas después del homicidio había sido devuelto a su dueño, sin que se le efectuaran todas las pericias correspondientes. Un grave error de la comisaría de Burzaco, teniendo en cuenta que el asesino había declarado -según su versión- que en un intento de robo él defendió a su familia y se produjo un enfrentamiento armado. Algo que después, a la luz de las pruebas, quedó completamente descartado.
Así, finalmente, después de dos años y medio, la lucha llegó a su fin. Tras la sentencia, antes de que David Benítez se retirara del recinto, Gonzálo pudo mirarlo a los ojos y gritarle: “Mataste a mi hermano, mirá, esta es la camiseta con la que iba a jugar en primera”, le dijo, al tiempo que le mostraba la camiseta de Banfield con el número 3, que Lautaro estaba a punto de estrenar.
Pese a este cruce y algunos gritos propios del momento de nervios no se produjeron incidentes y las partes se retiraron en calma.
El después
Con los nervios a flor de piel, y un sinfín de sensaciones encontradas, los familiares manifestaron públicamente su satisfacción por la pena emitida en un hall colmado de familiares, amigos y compañeros de Lautaro. Conmovida, Alicia Giardina expresó: “No puedo decir que estoy feliz, pero sé que mi hijo va a tener un poco más de paz. Estoy conforme siempre que la pena sea efectiva. Tiene que pagar por lo que hizo, él y todos los que cometen este tipo de delitos, no tiene que quedar ningún crimen sin castigo. Tiene que sentar un precedente esto, ¡gracias mi amor, gracias hijo, cumplí con lo que te prometí!”.
“Lo amo y lo voy amar eternamente. Y a mis otros hijos, a mis nietos, son el motor de mi vida, no sé cómo pero tengo que seguir adelante, porque siempre les dije que no hay que ser cobardes en la vida y vamos a vivir. Le pedí tanto a Dios que llegara este día, que yo pudiera llegar a este día, que se los agradezco a todos”, añadió.
Con paciencia para referirse al tema y notablemente emocionado, Gonzalo Bugatto se explayó en la misma sintonía que su madre, aunque no dudó en admitir: “Sabemos que esta etapa sigue, de hecho todo el proceso sigue hasta que se cumpla el último día de la pena, pero afortunadamente para nosotros es un alivio. Ni la pena más grande va a reparar absolutamente nada pero por lo menos hoy mi hermano puede empezar a descansar en paz y nosotros también”.
Indicó que se encuentran conformes con el fallo, aunque esperaban una pena de 20 años de prisión. En este punto, recordó que el asesino había llegado a esta instancia en libertad, pero que finalmente se fue de ella esposado, directo a la prisión.
Asimismo, no dejó de lado las irregularidades que se cometieron en la investigación, como el hecho de que en el expediente por el cambio de carátula el nombre de Lautaro estuviera mal escrito 13 veces, sin dar lugar a otra versión que no fuera la del ex policía.
“Acusó de criminal y violento a quien fue la víctima, fundamentar y argumentar su actitud violenta y criminal, buscarle una justificación por cualquier punto de vista a costa de ensuciar el nombre de mi hermano, no había ni siquiera media prueba que avale después esa declaración. Soportamos eso durante todo el juicio, afortunadamente se dio la sentencia y se pudo llegar a la condena, discutiremos después en otra instancia la cantidad de años. Hay que entender que por más que se dé la pena más grande de la tierra nunca va a ser justa porque lo más justo hubiera sido que esto nunca hubiera ocurrido”, completó.
El hecho, la causa y cómo sigue
Ocurrió en la madrugada del 6 de mayo de 2012, en la puerta de su casa situada en Monteverde y Goyena, en Burzaco. En ese momento, Benítez -que estaba de franco, vestido de civil- circulaba por la zona en su Renault 12 junto con su esposa y delante de él en un ciclomotor, iban su hermana y su hija.
Durante toda la investigación sostuvo que dos ladrones armados quisieron robar el biciclo y para evitarlo, el efectivo policial disparó varias veces. Uno de los balazos impactó en el cuerpo de Bugatto, quien estaba ubicado a unos 30 metros de distancia junto con su hermano y dos amigos.
El tiro le ingresó por la espalda y se alojó en el pulmón. A pesar de que sus amigos lo llevaron inmediatamente al Sanatorio Burzaco, una hora después el joven falleció. Desde entonces se investigó a Benítez primero por exceso en la legítima defensa y luego por homicidio simple.
Ahora la Justicia lo condenó a 14 años de prisión, aunque todo hace prever que apelará esa sentencia. Mientras tanto, su esposa y su hermana son investigadas por falso testimonio; se investiga a los dos jóvenes que habrían sido quienes quisieron cometer el robo, y en paralelo se lleva a cabo una causa por irregularidades en la investigación del asesinato, que estuvo plagada de ellas y llena de idas y venidas a favor del acusado.
Desde ayer, David Benítez está preso, solo falta resolver que la sentencia quede firme, y ahí sí Lautaro Bugatto descanse completamente en paz.
Por: Bárbara Jofré