Las estadísticas son alarmantes. Cinco de cada diez bebés de hasta seis meses tienen problemas de desnutrición. La mayoría de ellos no recibe una correcta atención médica. Un millón de chicos de menos de 4 años viven en hogares pobres.
Según un informe del Centro de Implementación de Políticas Públicas para la Equidad y el Crecimiento (Cippec), el 26 por ciento de los niños de hasta cuatro años no tienen satisfechas las necesidades básicas. El 34,1% de los menores de dos años, tienen anemia.
Especialistas advierten que la carencia de nutrientes en los primeros años de vida puede generar comportamientos deficitarios en el lenguaje, la motricidad y áreas socio-afectivas. A su vez, la desigualdad y la falta de oportunidades pueden provocar problemas de integración social en su futuro.
En el caso de los menores, las principales privaciones están vinculadas a la salud, en particular por la falta de alimentos. Pero, se le añaden las condiciones de hacinamiento en sus viviendas y la falta de empleo estable de los adultos responsables, que no hacen más que empeorar su situación.
En consecuencia, el 46% de los bebes de hasta seis meses no reciben lactancia materna exclusiva. El 34,1% de los infantes de entre 6 meses y 2 años tienen anemia, no solo ellos sino sus madres en un 30,5%.
Por otro lado, solo el 32% de los niños de 0 a 4 años participan de servicios educativos y de cuidado. De todas formas, esto cambia a partir de los 3 años, ya que detectaron una tasa de escolarización bruta de 41,5%; 82,3% para los 4 años y una cobertura universal en los 5 años.
Esta información se difundió tras la creación del sitio web “Primera Infancia en agenda” que depende del Cippec. Allí, los ciudadanos podrán conocer una serie de propuestas enmarcadas en una política integral de atención de niños.
Para su confección se trabajó sobre tres aspectos: salud y nutrición, transferencias y licencias, y desarrollo temprano. El fin es la prevención y concientizar a todos los actores responsables e implicados en esta problemática.