La normativa establece que todos al cumplir 18 años se convierten automáticamente en donantes. Los que no lo deseen, deberán dejar una constancia. Más de 7.581 pacientes esperan un trasplante.
Tras ser aprobada por el Congreso en julio de 2018, la “Ley Justina” se reglamentó y comenzó a regir en el país. El pedido tiene como fin salvar las vida de miles de personas que ingresan en la lista de espera de órganos o tejidos.
La iniciativa establece que las personas mayores de 18 años se convierten automáticamente en donantes. La norma fue elaborada en conjunto con el Instituto Nacional Central Único Coordinador de Ablación e Implante (INCUCAI). En el caso de los menores, sus padres serán quienes decidan.
En la Ley 27.447, se destaca el pedido de incorporación de profesionales en donación en los diferentes centros de salud. Además, encomienda la donación cruzada para trasplantes de riñón sin necesidad de intervención judicial. Los encargados del INCUCAI deberán ser notificados en caso de trasplante renal o diálisis.
Justina Lo Cane tenía 12 años y falleció después de estar más de 3 meses internada en la Fundación Favaloro esperando un corazón. Padecía una cardiopatía transgénica, diagnosticada a los 18 meses de vida.
Estuvo 60 días en terapia intensiva por su grave estado de salud. Como consecuencia, llegó a encabezar la lista de espera de trasplantes del INCUCAI. Cerca de 10 órganos no fueron compatibles y murió el 22 de noviembre de 2017. El caso conmocionó a todos y la Ley 27.447 lleva su nombre.