Varios barrios registraron interrupción en el servicio del suministro y se suman a otros distritos de la región. En diálogo con DeBrown desde Edesur reconocieron que se debieron a fallas en el sistema, como en el caso de un cable de media tensión que se quemó y afectó a José Mármol. Dudas ante lo que podría pasar cuando llegue el verano.
Aun no empezó la temporada estival y las consecuencias de las altas temperaturas comenzaron a sentirse fuertemente en el Distrito. En varias localidades hubo interrupciones en el servicio de electricidad, que duraron desde apenas unas horas hasta casi un día, y el descontento nuevamente no tardó en sentirse entre los vecinos.
En esta oportunidad, fueron los de José Mármol los más afectados. Pero a ellos se suman los cortes que durante todo el invierno afectaron principalmente a Rafael Calzada, Burzaco, y Adrogué, lo cual abre la gran pregunta sobre cómo será el panorama cuando sea verano, época de mayor consumo.
Sucede que la falta de corriente viene aparejada, en muchos casos, con la falta de agua, dado que las plantas distribuidoras no cuentan con la calidad y cantidad de luz que precisan para funcionar, cosa que empeora notoriamente los padecimientos para la gente.
“¿Edesur y Aysa no tuvieron todo el invierno para preparar los equipos necesarios para el verano? Desde el lunes a las 13 hasta la 1 de hoy (por ayer) no tuvimos agua ni luz en José Mármol, desde Bynnon hasta divisoria. Siempre es el mismo transformador, vino y a las 5 se volvió a cortar, volvió a las 8. ¿Qué hacemos los diabéticos con la insulina? ¿No nos bañamos hasta el invierno que viene?”, expresó Andrea Fabiana Cairo, de Mármol, en el grupo Reclamos Brown de la red social Facebook.
Comentarios similares se vienen manifestando desde el fin de semana. En diálogo con www.deBrown.com.ar desde Edesur reconocieron las fallas, argumentando que en casos se deben a trabajos programados, pero reconociendo que en muchos otros son consecuencia de distintas falencias.
Tal es lo que ocurrió con un cable subterráneo de media tensión que va desde la calle República Argentina hasta la intersección de Rosales y La Rosa, que se quemó y cuya reparación se demoró por los fuertes vientos y la amenaza de tormentas registrados ayer y antes de ayer.
“El lunes, por ejemplo, tuvimos el corte del cable subterráneo que se quemó, está quemado ahora, fue complicado repararlo porque llovía, había viento. Ya se está reparando, se está cambiando el cable, se hace la zanja, se prueba y se repara”, indicó el inspector regional de la empresa Osvaldo Bosselo.
En lo que va del año, tras el caos de enero y febrero, donde los apagones fueron masivos no solo en Almirante Brown sino en toda la Provincia, durando desde horas hasta días, llegado el invierno también hubo fallas, casi siempre en la misma zona: Brown, Lomas de Zamora, Lanús, sobre todo, pero también Avellaneda, San Vicente, Presidente Perón y Esteban Echeverría en menor medida.
Sin un motivo concreto y de fondo sobre el porqué -siempre las respuestas fueron que era por una falla en un cable o en un transformador- el último se había registrado para mediados de julio, y parecía que no volvería a haberlos, haciendo a un lado los que fueron programados. Pero con las temperaturas veraniegas de esta semana -que rozaron los 40 grados de sensación térmica- volvieron.
Más allá de algunos paliativos, por el momento no hay un plan integral de obras de parte del Ministerio de Planificación Federal, Inversión Pública y Servicios de la Nación, y los trabajos de Edesur se remiten a ir arreglando lo que va fallando.
“Los grupos electrógenos se instalaron por todos lados, estamos haciendo tendido de cables que los está pagando el Gobierno, aparentemente. Todavía este año para mí vamos a seguir un poco complicados, se está tratando de alivianar lo más posible para que se pueda atacar más rápido, los grupos dan resultado pero no dan abasto cuando se nos hace la seguidilla de cables quemados: no hacemos a reparar uno que ya saltó otro, ahí se hace el problema”, admitió Bosselo.
En Brown, se lleva a cabo la puesta en marcha de un tendido que sale de Adrogué y llega a Temperley, que es de 500 cobres y alivianaría toda la parte de José Mármol; el objetivo es optimizar la “araña” de distribución. Pese a ello, consideró: “Por ahora estamos bien, pero si se quema el que viene de Temperley, ahí se complica todo. Venimos aguantando, el de Temperley es un tiraje, la interconexión entre las estaciones Temperley y el centro de distribución en Adrogué, es un tendido importante”.