Se cumplen 206 años de un hecho trascendental que marcó un antes y un después en la historia del país. Conocé más.
Los argentinos celebramos este sábado, 9 de julio, una vez más el Día de la Independencia. Se trata de un acontecimiento clave que significó la ruptura de los vínculos de dependencia política con la corona española y la renuncia a toda dominación extranjera.
Esta misma fecha, pero de 1816, en San Miguel de Tucumán 29 representantes del pueblo pusieron fin al proceso emancipador que había comenzado en mayo de 1810.
La sesión había iniciado temprano y se extendió por nueve horas ininterrumpidas. En un cartel instalado afuera, se anunciaban los 17 temas a debatir. El tercero fue la Declaración de la Independencia.
La proclamación se concretó en la casa de Francisca Bazán de Laguna, alquilada para la ocasión. Aquella propiedad sería en 1941 declarada monumento nacional y bautizada como "La Casita de Tucumán".
En el Congreso estuvieron representadas las provincias de Buenos Aires, Tucumán, Salta, San Juan, Mendoza, San Luis, La Rioja, Catamarca, Córdoba, Jujuy y Santiago del Estero. Además, quienes venían de regiones que hoy pertenecen a la República de Bolivia, como Charcas, Chichas y Mizque.
Después de encendidos debates, todos los presentes llegaron a un acuerdo que derivó en la ansiada firma del Acta de Independencia.
"Es voluntad unánime e indubitable de estas Provincias, romper los violentos vínculos que los ligaban a los reyes de España, recuperar los derechos de que fueron despojados, e investirse del alto carácter de una nación libre e independiente del rey Fernando séptimo, sus sucesores y metrópoli", rezaba uno de sus fragmentos.
De este modo, después del proceso político iniciado con la Revolución de Mayo de 1810, se asumió por primera vez una manifiesta voluntad de emancipación.