"Maxi" Prino se desempeña en el club Don Orione y el Polideportivo Municipal; y mantiene una tarea fundamental en cuarentena. "Les entregué hasta el último material que tenía para que sigan avanzando en atletismo", admitió a De Brown.
El aislamiento social y obligatorio mantiene en vilo a toda Argentina, incluido a los deportistas y clubes de barrio. Maximiliano Prino, reconocido atleta local, prepara rutinas especiales para más de 30 chicos de diferentes puntos del distrito.
Actualmente da clases de atletismo en el Club Atlético y Social Don Orione y el Polideportivo Municipal. "Nuestro trabajo es formar y entrenar jóvenes deportistas. La presencia en vivo, la observación de la técnica, la aplicación de correcciones estando juntos y contar con el espacio físico son fundamentales, pero ahora debemos respetar la cuarentena", admitió en diálogo con www.deBrown.com.ar.
Para afrontar las restricciones producto de la pandemia, el browniano realiza programas individuales para cada uno de sus alumnos. "Todos tienen sus limitaciones en casa y materiales particulares. Hay que brindarles apoyo y motivación. Como su entrenador y como deportista, entiendo sus sensaciones", explicó.
Para que sus deportistas continúen activos es fundamental el papel que Prino desarrolla en su hogar. Bajo su tutoría cuenta con grupos de fondo, velocidad y lanzamiento, que van desde chicos que iniciaron hace pocos meses a atletas de nivel nacional.
"Aprovechamos los recursos tecnológicos. Les envío planillas de excel con indicaciones y vídeos o pequeños fragmentos en formato GIF así no saturan las memorias de sus celulares. También agregamos tachos de pintura, una barra de hierro y bidones con agua. Leer, analizar y programar llevan muchas horas de trabajo", señalo a este medio.
Por otra parte, recordó que antes de que dicten la cuarentena salió directamente al club a buscar los elementos. "Fui a llevárselos a quienes consideré que mas lo necesitarían. Hasta mis objetos personales les di. Me sentí 'Papá Noel versión deporte' por un momento", sostuvo entre risas.
Tanto Maximiliano como sus alumnos esperan con ansias volver a cruzarse en las instalaciones de Don Orione o el Polideportivo. Para eso, Prino remarca que tendrán que atravesar este momento con responsabilidad, paciencia y humor.
"Nuestro vínculo es hermoso y grande. Ellos son como mi familia. Tengo atletas que forme de pequeños, eso es muy lindo y gratificante. Obviamente que los extraño a montones, todos extrañamos las tardes para poder llevar adelante un entrenamiento y compartirlo entre amigos", concluyó.
