En lo que va del año el descenso fue de entre el 30 y el 40 por ciento, y en el rubro creen que el derrumbe anual podría ser del 35. Se registran ceses e interrupciones del personal en varias empresas. El Gobierno firmó un acuerdo con Brasil, pero en el mercado descreen que esta medida pueda atenuar la crisis del sector.
Crecen el malestar, la incertidumbre y la preocupación entre los trabajadores de la industria automotriz, ya que la baja en la venta de autos -que se viene dando de forma consecutiva casi desde comienzos del año- generó despidos y suspensiones en el sector. Es que al detenerse la comercialización, por consecuencia, también comienza a reducirse la producción.
La semana pasada el Gobierno nacional, en un intento por evitar las repercusiones que podría generar en otros sectores estas bajas, firmó un acuerdo con Brasil. El mismo establece un cupo mínimo del 11% de automóviles argentinos en el mercado brasileño y un 44,3% de autos del país vecino en el mercado local. Sin embargo, en el mercado descreen de que pueda atenuar la crisis que atraviesa el sector local.
En mayo, el desmoronamiento en las ventas fue del 39 por ciento, y se prevén cifras similares para este mes y lo que resta del año. Así lo informó la Asociación de Concesionarios de Automotores de la República Argentina (ACARA), tras comparar los patentamientos de ese período respecto al mismo del año anterior.
Pese a que hubo una leve suba del 4 por ciento en el cálculo mensual, lo que podría indicar un desaceleramiento en las bajas, por ahora reina la cautela. Esto debido a que en el primer cuatrimestre de 2014 el descenso fue del 22 por ciento, contra mismo período de 2013. De esta manera, en lo que va del año -quitando el mes en curso- se completó un descenso del 22 por ciento, con 328709 unidades patentadas.
Durante los mismos meses del año pasado había sido de 425.461 vehículos patentados, aunque vale precisar que las comparaciones son respecto al que se considera el mes más exitoso y récord en el rubro, mayo de 2013. Sin embargo, lejos de mantener los buenos números y crecer en expectativas, el sector está en alerta.
Esto ocurre debido a que entre la caída en las exportaciones hacia Brasil, las subas de los impuestos nacionales –particularmente del que se le aplica a los autos de alta gama, uno de los mayores obstáculos para fomentar la venta de este tipo de coches-, y la inflación generalizada de la Argentina, se incrementaron notoriamente los precios de los coches y bajaron las ventas. Este panorama provocó que muchas fábricas, tanto de auto partes como de vehículos, comenzaran a despedir personal, o a suspenderlo.
Recientemente, la empresa automotriz Honda le anunció a sus trabajadores de las plantas de Campana y Florencio Varela que quedaban suspendidos hasta el 8 de julio. De esta manera, se frena la producción y se amortiguan las pérdidas, al evitar la acumulación de stock. Según informó la firma, a los empleados se les pagarán los sueldos completos, aunque sin adicionales.
Asimismo, el diputado bonaerense del Frente de Izquierda (FI) Cristian Castillo denunció que en los próximos días Volkswagen podría dejar en la calle a 700 miembros de la planta de Pacheco: “La automotriz Volkswagen de Pacheco, alineada en el gremio SMATA, desde fines del año pasado no sólo ha suspendido la producción hace cerca de un mes sino que ya ha despedido a casi un centenar de trabajadores, muchos de ellos con enfermedades laborales, otros por querer organizarse para enfrentar estos despidos. Y ahora quiere completar su plan con una propuesta de jubilaciones anticipadas y retiros voluntarios aduciendo que sobran 700 operarios”.
Con este panorama, el titular de ACARA, se mostró reacio respecto a que las ventas vayan a mejorar, y aventuró que el año podría terminar con un derrumbe cercano al 35 por ciento: “Creo que este año no se va a poder reactivar. La actividad prácticamente está paralizada, y van a tener que cerrar sus instalaciones al mínimo. Tenemos una disminución grande porque de medianos para arriba van siendo alcanzados por el impuesto”, aseguró en declaraciones radiales, haciendo referencia a las fábricas de automóviles.
Conflictos y falta de respuestas
En las últimas semanas tomó conocimiento público el problema en la fábrica de autopartes Gestamp. Allí, 67 trabajadores fueron despedidos y se desató un enfrentamiento entre un grupo de estos y las autoridades empresariales. Con fuego cruzado de ambos lados, finalmente se reincorporó a la mitad de ellos –aunque 35 siguen sin volver a trabajar- y la planta volvió a producir, luego de estar parada por una medida de fuerza gremial.
El secretario general del Sindicato de Mecánicos y Afines del Transporte Automotor (SMATA), Ricardo Pignanelli –gremio alineado al Gobierno- responsabilizó al Partido Obrero (PO) por este problema, mientras que desde este sector apuntaron contra el Gobierno y la falta de acción del sindicato, además de la empresa.
Acuerdo
El documento firmado con Brasil establece que por cada dólar que Argentina exporta en autos y autopartes, deberá recibir de Brasil un dólar y medio. Asimismo, en el Palacio de Hacienda continuaron trabajando en un anuncio de rebaja de precios en los autos locales que sería anunciado esta semana.
Según trascendió, ya habría un principio de acuerdo con cuatro de las más grandes firmas para que bajen al menos un 10% los precios, pero aun queda negociar con otras cuatro terminales. Las que se resisten a tocar los valores son Peugeot-Citroen, General Motors, Renault y Volkswagen. Pero en el Palacio de Hacienda confían en que el acuerdo estará cerrado en los próximos días con el fin de reactivar la demanda. Sin embargo, los resultados de estas medias se podrían ver a largo plazo y no generarían una solución inmediata para millones de empleados del sector que ven afectada su fuente de trabajo y el sostén de sus familias.