La emblemática panadería abrió sus puertas el 31 de agosto de 1923 y vivió una emocionante jornada para conmemorar su siglo. "Vecinos que nos conocen de toda la vida nos felicitaron. Estuvieron más emocionados que nosotros", afirmó su dueño a De Brown. ¿Cómo fue?
Gracias al trabajo y compromiso de cuatro generaciones de la misma familia, la panadería “La Espiga de Oro” celebró este jueves, 31 de agosto, 100 años de historia. El comercio festejó el importante aniversario junto a clientes de todas las edades y recibió una distinción del Municipio.
La fiesta se llevó adelante en el comercio ubicado en Rivadavia al 1400, donde todavía funciona desde su apertura en 1923. Allí, colocaron un gazebo en la puerta e invitaron a todas las personas del barrio a degustar algunas de sus delicias.
“Fue muy lindo. Primero lo vivimos con ansiedad, porque no sabíamos qué hacer. Nos decidimos por una minifiesta. Vecinos que nos conocen de toda la vida nos felicitaron. Estuvieron más emocionados que nosotros, porque muchos compran acá desde que son chicos”, afirmó Pedro Alfonso García, dueño del emblemático local, a www.deBrown.com.ar.
Entre los invitados en la histórica jornada estuvo el diputado bonaerense Mariano Cascallares, quien les entregó a los propietarios un reconocimiento por su compromiso y arraigo con la comunidad.
Se trata de una distinción otorgada a través del Concejo Deliberante, que declaró de Interés Municipal los 100 años del comercio. “Cuando saquemos la decoración del aniversario, vamos a colgar la mención en el negocio. Es un orgullo para nosotros”, aseguró Pedro.
En esa línea, Cascallares felicitó a los dueños de “La Espiga de Oro” y agradeció su “labor, empuje y permanencia durante tantos años en el distrito”. “Seguimos apoyando al trabajo y a la producción local”, enfatizó.
La panadería abrió sus puertas el 31 de agosto de 1923 de la mano de José Benito Ramírez, de profesión banquero. Luego, lo siguieron los abuelos, padres y hermana de Pedro. Este último es quien hoy sigue con orgullo el legado familiar junto a su esposa.
En los primeros tiempos, la elaboración de sus productos era íntegramente manual. Actualmente, más allá del acceso a las máquinas y la tecnología, se siguen destacando por la calidad de su oferta artesanal y la cocción a leña.
Con el paso de los años, “La Espiga de Oro” aún conserva dos máquinas originales: la amasadora y la sobadora.
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— Noticias De Brown (@debrownweb) August 22, 2023
