Se trata de Kevin Cardozo, vecino de Longchamps. El mediocampista acaba de firmar su primer contrato como profesional con el último campeón del fútbol argentino.
Del mismo barrio del actual jugador de River Plate, Carlos Auzqui, Kevin pegó un salto enorme en su carrera. Sellar un vínculo con un club de primera división no es cosa de todos los días, y él ya comenzó a vivir su sueño.
Anhelo que comenzó cuando aún era pequeño y jugaba en la canchita del Inter del barrio Los Altos de Longchamps. Ahí inició todo, en Quintana 2049, con apenas cinco años. Todos los que alguna vez lo vieron dentro del campo, sabían que tenía algo distinto a los demás.
Un ojeador de Lanús se cruzó en su camino cuatro años más tarde todavía en baby fútbol. El “Granate” no dudó y se lo llevó a sus instalaciones. Actualmente, con tan solo 19 y comprometido con la carrera, el browniano milita en la Reserva habiendo pasado por las demás categorías en la década que lleva recorriendo los pasillos del club.
Es un volante multifacético, de esos talentosos. No se aferra a un solo puesto, sino que cumple muy buenas actuaciones en cualquier lugar del mediocampo. En algunas ocasiones llegó a jugar bien arriba, se siente cómodo y le gusta. A diferencia de otros jóvenes, Kevin Cardozo no espera con ansias su debut en la Primera División.
Entiende que el cambio de la quinta a la Reserva fue muy grande. Afianzarse en dicha categoría es su objetivo principal, para que cuando llegue el momento de codearse con las figuras, no dejar más ese lugar.
El browniano no sólo juega bien a la pelota, sino que también es un agradecido con su familia por el esfuerzo que han hecho durante todos estos años. Sostuvo que sus padres jamas lo dejaron sólo y, por sobre todas las cosas, nunca lo presionaron. Un factor que se volvió muy importante para todo lo que vivió y lo que vivirá de ahora en más.
