Tras perder la categoría y descender a Tercera, el equipo masculino realiza su preparación en el Polideportivo Municipal. En dialogo con De Brown, el lateral izquierdo Mariano Barreto, analizó los puntos positivos y negativos de su escuadra y se mostró confiado en revertir este presente.
El equipo de handball masculino refuerza su preparación de cara a lo que será su debut en la tercera categoría de la Federación Metropolitana de balonmano (FEMEBAL). Sin caras nuevas en el plantel, intensifica los trabajos físicos para llegar de la mejor manera al primer partido frente a Comunicaciones, el próximo domingo en Agronomía.
A principios de año, la llegada de Lucas Torres a la coordinación técnica le dio un aire de frescura al elenco municipal y los objetivos se renovaron. Sin embargo, tras un mal comienzo, le costó mucho enderezar el rumbo y terminó perdiendo su lugar en la divisional.
En dialogo con www.deBrown.com.ar, el lateral izquierdo Mariano Barreto, expresó: “Empezamos muy enchufados, pero en ningún momento pudimos encontrar nuestra mejor versión. Dejamos escapar muchos puntos y lamentablemente nos tocó descender”.
Pese al mal momento, el conjunto browniano dio vuelta la página y ya piensa en terminar entre los seis mejores para poder volver. Con esta premisa, se reúnen tres veces por semana en el Polideportivo Municipal de Ministro Rivadavia para corregir errores y potenciar virtudes.
En esta etapa, los jugadores se abocan a las rutinas para mejorar la fuerza, potencia y velocidad. Los trabajos están orientados a la zona media, para fortalecer la masa muscular. Pese a que aún no empezaron a generar las estrategias tácticas, todos los días tienen contacto con el balón.
“Es duro volver al trabajo con un descenso a cuestas. Nunca es lindo perder y duele, pero lo importante es refrescar la cabeza para poder encarar lo que viene de la mejor manera”, sostuvo Barreto.
Uno de los puntos a mejorar será mantener la continuidad en ataque y no desaprovechar las ventajas que ofrecen los adversarios. Además, deberán tener la inteligencia para cerrar los partidos y la fortaleza para no decaer ante posibles traspiés.
Siendo una actividad amateur, se hace difícil coordinar los entrenamientos por las diferentes obligaciones que tiene cada jugador. “Nos costó agarrar una continuidad de trabajo. Es un tema que charlamos y que trataremos de mejorar, la voluntad siempre está, pero muchas veces los compromisos externos nos impiden asistir a las prácticas”, señaló.
La Tercera categoría está integrada por 12 equipos, de los cuales, los primeros seis obtendrán la llave para jugar el próximo año en Segunda división. Desde el plantel browniano se muestran confiados en que, ajustando algunos detalles de rendimiento, tienen el potencial para volver a subir.
