En los últimos meses varios comercios cerraron sus puertas. Desde el sector inmobiliario, confirmaron a De Brown que cuesta cada vez más conseguir inquilinos para este tipo de inmuebles. Sostienen que el aumento en los costos que implica llevar adelante un negocio, impide que puedan soportar el pago del alquiler.
La inestabilidad en los precios y las constantes subas en todos los sectores a raíz de la inflación, llevaron a un escenario difícil de transitar para los comerciantes. Es que las dificultades para mantener los niveles de venta y poder así solventar los gastos que implica llevar adelante un negocio, concluyeron en el cierre de varios locales en el distrito. La consecuencia: una notoria caída en el alquiler de este tipo de propiedades.
En Adrogué esta postal se venía viendo desde diciembre del año pasado y se acrecentó durante los últimos meses, con el sorpresivo cierre del tradicional restaurante-confitería Trote, la cafetería y heladería Vessa, y una serie de comercios de ropa y accesorios que cerraron sus puertas en las galerías de la zona céntrica de la ciudad cabecera del distrito.
“De la forma en que está el mercado, no es rentable. Los comerciantes no pueden soportar el valor del alquiler porque muchas veces no hacen caja en todo el día, entonces no llegan a pagar el valor del alquiler ni a los empleados y optan por cerrar”, relató en diálogo con www.deBrown.com.ar el martillero y corredor público Félix Brie, de la inmobiliaria de Adrogué Díaz Mayer & Brie.
Si bien en los últimos meses fue más fuerte, sobre todo por parte de quienes alquilaban para emprendimientos comerciales, Brie explicó que el desplome en el sector inmobiliario “empezó hace dos años” y se manifiesta claramente ahora. “La economía está en recesión, la gente gasta menos y eso repercute en los locales. Los dueños van acotando los gastos hasta que no tienen más posibilidades”, agregó.
Los datos de la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME), afirmaron que en el primer semestre del año las ventas cayeron en siete puntos respecto a la misma etapa de 2013, lo cual parece ser la base del panorama actual.
En la misma sintonía se expresaron en Tamini Propiedades, desde donde confirmaron a este medio que a pesar de que ahora tienen las locaciones alquiladas, no fue sencillo llegar a esa instancia. “En los últimos mese se demoró bastante encontrar inquilinos”, aseguraron.
En tanto, por parte de Darquier Propiedades y Campos explicaron que si bien este tipo de alquileres no es su “fuerte”, señalaron que “se ve cada vez más locales vacíos” y reconocieron que las operaciones “han disminuido” en general. En este presente, sostienen que las complicaciones que afronta el negocio inmobiliario son muchas y que también es de acuerdo a los casos y al tipo de propiedad que manejen.
"Ahora subsiste el alquiler de oficinas, casas y departamentos. Sin embargo, los dos últimos también son difíciles de lograr debido a que hay demanda pero no hay oferta”, advirtieron.
De cara a lo que resta del año, el horizonte no se presenta muy alentador. Hasta que la economía a nivel nacional no mejore y se resuelvan ciertas cuestiones que hacen a una inflación que crece día a día, estiman los martilleros que no va a haber cambios favorables para el sector. “A corto plazo no se ve una mejora, todo termina y en algún momento va a cambiar, pero por el momento no hay nada que lo indique”, concluyó Brie.