Del acto participaron familiares de desaparecidos, organismos de Derechos Humanos y funcionarios provinciales y municipales. La seccional policial funcionó en la última dictadura militar como un espacio de detención y tortura.
La última dictadura militar representa una de las etapas más oscuras y sangrientas de nuestra historia. Para siempre llevarlo en nuestra memoria y que no vuelva a suceder, se llevó adelante el jueves la señalización de la Comisaría de Longchamps como ex centro clandestino de detención. Funcionó entre 1976 y 1983.
El acto comenzó a las 11 en la seccional, sito en Av. La Aviación 461. Estuvo encabezado por la directora de Memoria y Derechos Humanos bonaerense, Agustina Ugolini; el secretario de Desarrollo Social municipal, Germán Bonnemezón; y la subsecretaria de Derechos Humanos local, Bárbara Miñan, entre otros funcionarios.
En la ceremonia se tomó un minuto de silencio para recordar a todas personas que fueron víctimas de la dictadura. Luego se procedió a descubrir la placa. “Aquí se cometieron delitos de lesa humanidad durante el terrorismo de Estado”, lleva inscripta. A la vez en esta se destacan lo valores de Verdad, Memoria y Justicia.
Estuvieron presentes organismos de Derechos Humanos y familiares de desaparecidos. Además, contó con la participación del comisario de Longchamps, Cristian Dottori; y el ex intendente Julio Busteros. Este fue derrocado de su puesto tras la instauración del gobierno de facto.
El acto estuvo organizada por la Coordinación de Memoria Histórica de Almirante Brown. Se hizo en el marco de la ley nacional 26.691 y la ley provincial 13.584.
Obliga al Estado a diseñar e implementar políticas públicas para la preservación y la difusión de los ex centros clandestinos. Se busca principalmente que sirvan como prueba para los juicios de lesa humanidad. Además, que funcionen como recordatorio de lo que nunca más debe pasar.
Se llevó adelante una investigación en el distrito que contó con el testimonio de sobrevivientes y familiares de desaparecidos. Gracias a ello, se corroboró que, por lo menos, unos 118 brownianos fueron víctimas de la última dictadura.
Se descubrió que, además de la seccional policial de Longchamps, las comisarías de Adrogué, Burzaco y Rafael Calzada sirvieron como centros clandestinos. Estas ya fueron señalizados.