La deshidratación es uno de los síntomas que puede aparecer. Esto hace que disminuyan tanto la velocidad como la capacidad de reacción. ¿Cómo prevenirlo?

La llegada del verano se convirtió en un factor importante a tener en cuenta para realizar actividades deportivas. Es que el exceso de calor altera el sistema cardiovascular y el equilibrio de los fluidos en el cuerpo que pueden desembocar en la deshidratación.
Si bien los problemas pueden parecer mínimos, se vuelven claves a la hora de ganar un partido o finalizar en el podio de una competencia individual. Según los especialistas, el tiempo de resistencia disminuye de 2 a 3 minutos conforme al aumento de la temperatura.

¿Por qué puede producen?
- Mala condición física: las personas mejor preparadas y con una buena condición aeróbica suelen tener más resistencia a la hora de hacer deporte en entornos calurosos. En contraposición los atletas con una forma física inadecuada son más propensos a sufrir estas complicaciones.
- Composición corporal: los deportistas con exceso de peso son más proclives al golpe de calor. La grasa es una carga extra.
- Falta de aclimatación: es vital ambientarse a las características en las que va a desarrollarse el ejercicio. En este proceso, que puede durar alrededor de una semana, el atleta habitúa al corazón a que bombee más sangre con una menor frecuencia cardiaca.

¿Cómo prevenirlo?
- Ejercitarte en las primeras y últimas horas del día.
- Alimentarse adecuadamente y consumir agua antes, durante y después del encuentro.
- En el amateur, recomiendan usar ropa que permita una mejor ventilación.
- Buscar lugares abiertos y con vegetación.