Se trata de César Palomeque. Forma parte del programa Envión en Brown. Debió pasar por múltiples pruebas. Conocé su historia.
Cesar Palomeque tiene 14 años y es vecino de Don Orione. Todas las mañanas, de 6 a 10, utiliza el celular de su madre para conectarse a las clases virtuales o terminar la tarea que le envían desde la escuela. Es que también debe compartir el dispositivo con su otro hermano. Pero esta realidad no lo detuvo para alcanzar sus objetivos.
Participó recientemente de una conferencia que realizó la Organización de los Estados Americanos (OEA) representando a Sudamérica. El tema central fue los Derechos de los Niños y Adolescentes.
Fue un camino largo que tuvo como punto de partida la sede Envión local, un programa dirigido a chicos de entre 13 y 21 años. En 2018, el adolescente empezó a asistir a los talleres de la institución. Simplemente quedó cautivado con aquel amistoso ambiente.
“Mi preferido es el curso de audiovisión donde grabamos escenas de películas. También me gusta el de educación física y la música. Disfruto de estar ahí”, detalló César en diálogo con www.deBrown.com.ar y confesó que el lugar le “cambió el punto de vista de muchas cosas”.
Fue así como llegó a formar parte del programa local Jóvenes y Memoria, espacio en el que hablaban sobre la última dictadura cívico-militar. Junto a ellos viajó a Chapadmalal a presentar un proyecto sin saber que esto le abriría las puertas de su nuevo destino.
“Después de eso a Almirante Brown le llega la invitación del Instituto Interamericano de Adolescentes de la OEA. Invitaban a un niño para ser parte del precurso de corresponsal”, relató el adolescente.
Fue así que todos los martes César acudía a Desarrollo Social para generar las notas y videos que le solicitaban. Tenía solo una semana para entregarlos. “Los hacía ahí. A veces consultaba con compañeros de Envión o del colegio, les hacía preguntas también a mi familia. Era para recolectar información y hacer un artículo”, explicó.
Tras dos meses de arduo esfuerzo, llegó el momento más esperado: César aprobó la primera etapa. A partir de ahí empezó otro desafío: el de crear sus propias producciones para convertirse en corresponsal. Actualmente, contándolo a él, solo son tres menores los que ocupan ese rol en toda la Argentina.
“Tenías que elegir un tema y desarrollarlo. La mitad del curso lo hice en cuarentena. Hablé sobre la educación en el aislamiento; el racismo, todo lo que pasó en Estados Unidos y lo que ocurre también acá en el interior del país; la dificultad de que los niños aprendan si el Estado no está presente y los derechos promovidos y vulnerados en los barrios. De todo un poco”, detalló.
Junto con un joven de Canadá y una chica de El Salvador, fue uno de los tres chicos que participó de la conferencia organizada por la OEA en el marco del Día de la Niñez y la Adolescencia. “Fue histórico, un antes y un después. Fue la primera vez que participaron niños. Llevó un tiempo preparar, organizar todo. Fue algo muy lindo”, confesó.
Toda esta experiencia parece que de a poco va marcando el camino de este browniano. Ya sueña con estudiar abogacía y geopolítica. También desea "un mundo en que todos los chicos tengan acceso a internet", una herramienta que considera fundamental para aprender.
“Ser corresponsal me ayudó a defender y promover los derechos de la niñez y adolescencia. Hace falta que se tenga más en cuenta a chicos en la Argentina”, concluyó.
