La medida de fuerza convocada por la CGT y la CTA tuvo un alto acatamiento en todo el país y se sintió fuerte en la Región. Sin embargo, el cese de actividades de los colectivos y trenes, y el bloqueo a los subtes hizo que muchos se adhirieran de forma involuntaria, al no poder llegar a sus trabajos. Desde esta madrugada, todos funcionan en los horarios y recorridos habituales.
Tal como lo advertían los gremialistas en las últimas semanas, el paro nacional tuvo un alto acatamiento y, en varios casos, perjudicó la movilidad de millones de personas que necesitaban llegar a sus trabajos, realizar un trámite o recibir asistencia médica. Las dos caras de la medida de fuerza: el reclamo y la interrupción para llegar a destino.
La medida proponía evidenciar el desacuerdo que varios sectores tienen con el accionar de la administración nacional en materia de economía y seguridad. Sin movilizaciones ni actos, a través de la inactividad, los sindicatos buscaron dejar en claro los reclamos hacia el Gobierno que encabeza Cristina Fernández de Kirchner.
Entre los principales puntos, expusieron un pedido de “paritarias libres; el rechazo a cualquier intento de cercenamiento del derecho de huelga; la eliminación del Impuesto a las Ganancias; la devolución de las retenciones “injustas” al sistema de obras sociales sindicales; un urgente aumento a los jubilados, y un abordaje de las problemáticas del narcotráfico y la inseguridad”.
Pararon los choferes nucleados en la UTA, por ende, no funcionó ninguna línea de colectivos; los trabajadores de La Fraternidad y los gremialistas disidentes de la Unión Ferroviaria, que responden a Rubén “Pollo” Sobrero, también se sumaron a la protesta. Si bien los Metrodelegados no se habían adherido a la convocatoria, los Subtes no funciaron, a raíz de un bloqueo en la salida de las formaciones. El premetro tampoco realizó su recorrido.
“El servicio de las seis líneas del subte comenzó esta mañana, luego de los daños en las instalaciones registrados tras el paro”, así lo informó esta mañana la empresa, que remarcó que las operaciones se iniciaron a las 5. En un comunicado de prensa, indicó que “durante la noche realizó intensos trabajos para poder restablecer las condiciones normales de las instalaciones de la red y la revisión de los trenes”.
Por su parte, los servicios de trenes y ómnibus también habían retomado las actividades, al tiempo que el Gobierno nacional oficializó la decisión de quitar el día del subsidio a las empresas de colectivos que adhirieron al paro convocado por las centrales obreras conducidas por Hugo Moyano y Luis Barrionuevo.
Lo hizo a través de la resolución 249/2014, publicada en el Boletín Oficial con la firma del funcionario. La misma había sido adelantada ayer por el ministro del Interior y Transporte, Florencio Randazzo.
No funcionaron tampoco los peajes, el correo, ni las estaciones de servicio ni se realizó la recolección de residuos. Y si bien los bancos abrieron sus puertas en el horario habitual, los cajeros no pudieron ser recargados, a consecuencia del paro de camioneros, que nuclea también a los transportes de caudales.
En el caso de los hospitales, médicos y enfermeras agrupados en ATE y CICOP también pararon, pese al acuerdo alcanzado hace días con el Gobierno bonaerense. En Almirante Brown, tanto en el hospital provincial Lucio Meléndez, de Adrogué; como en el Arturio Oñativia, de Rafael Calzada; funcionaron con “atención mínima”.
En el caso de los docentes, la cuestión fue dispar, ya que Suteba no se adhirió, pero sí lo hicieron los gremio porteño Ademys, el sindicato bonaerense Udocba y otras organizaciones provinciales. Sólo algunas seccionales de Suteba, que responden a la izquierda, apoyaron la protesta.
La medida no sólo afectó el transporte terrestre sino que perjudicó también el aéreo y marítimo. Los trabajadores de Aeroparque y Ezeiza nucleados en APTA, UPSA y APLA también se sumaron al cese de actividades. Hubo sólo servicios de emergencia y operaron sólo las empresas internacionales.
Hoy, habiendo pasado la huelga, la Unión del Personal Superior y Profesional de Empresas Aerocomerciales anunció que continuará con la medida de fuerza en reclamo por despidos en la empresa Intercargo. Por ende, las complicaciones siguen para el transporte aéreo.
Los sindicatos de Dragado y Balizamiento, pesca, navegación interior, marina mercante, flota de hidrocarburos, remolcadores, capitanes de pesca, obreros navales y la Federación Marítima y Portuaria, también hicieron sentir su reclamo sin actividades.
Asimismo, judiciales y estatales de ATE también pararon; así también los gastronómicos, pero debido a la baja sindicalización que hay en el sector, muchos dueños decidieron abrir sus puertas, pese al anuncio de la medida de fuerza.
Cruces
"El paro tuvo alto acatamiento y fue un mensaje al gobierno", expresó el líder de la CGT opositora al hacer una evaluación de la huelga general. Durante la conferencia de prensa que compartió con Barrionuevo y Micheli en la sede de la CGT de Azopardo al 800. Descartó que los piquetes hayan influido en el alcance de la medida. Lanzó críticas contra el Gobierno, Capitanich y Boudou; y sostuvo: “Quedó de manifiesto la bronca y el desencanto que hay en la gente por la falta de respuestas y el maltrato que nos dan”.
Y agregó: “Espero que al Gobierno le alcance la inteligencia para dar respuesta a los reclamos”, entre los que mencionó, la inseguridad, la inflación, la devaluación y el tope en los salarios.
Por su parte, el jefe de Gabinete nacional, Jorge Capitanich, sostuvo: “Muchos de estos dirigentes sindicales, que fueron aliados y se beneficiaron, son los que hoy critican”. De esta forma, reconoció que los líderes sindicales que realizaron la huelga tenían un diálogo fluido con la Casa Rosada. Sin embargo, advirtió que “ninguno de ellos tiene autoridad moral” para criticarlo.
Consideró, además que “es muy difícil evaluar el impacto” de una medida de fuerza porque opinó que las centrales obreras opositoras “a veces confunden el paro con un lockout patronal”.