Se trata del efectivo de la Policía Bonaerense Giuliano “Tano” Fattori. Recientemente, la Justicia lo acusó de la muerte Leonel Sotelo. El joven de 19 años falleció por dos balazos en la espalda. La familia asegura que es un caso de “gatillo fácil”.
La causa por la muerte de Leoneo Sotelo, el joven de 19 años asesinado por la espalda por un policía de la Bonaerense en 2016, dio un sorpresivo giro. Ahora, el uniformado será llevado a juicio por orden del fiscal general de los Tribunales de Lomas de Zamora.
Se trata del efectivo Giuliano “Tano” Fattori, quien disparó nueve veces contra Sotelo y un amigo de él, Alan Deveza. A Leonel lo mató por detrás y a su compañero sólo lo hirió.
En su defensa, alegó que los jóvenes habían querido asaltarlo. Pero en el lugar sólo se encontraron los proyectiles de su pistola marca Bersa Thunder. No había rastros de otras balas servidas ni se encontraron armas en los rastrillajes.
Con este nuevo avance, la familia de la víctima, que cuenta con el respaldo de la Coordinadora contra la Represion Policial e Institucional (Correpi), buscará demostrar que Fattori es culpable de “Homicidio calificado”. Insisten en que es un caso de “gatillo fácil”.
Es que el fiscal anterior le había tomado indagatoria por un “no delito” y caratuló el hecho como un “homicidio con exceso en la legítima defensa”. Hace semanas, fue apartado de la investigación.
Era hincha fanático de Boca Juniors y trabajaba con su padre. Gracias a eso se había comprado la moto en la que circulaba el día de su asesinato. Oriundo de Rafael Calzada, había salido con su amigo Alan hacia Burzaco.
Fue durante la noche del 1° de diciembre de 2016, cuando Fattori se cruzó con ellos y vació su cargador. Sin dar la voz de alto ni identificarse, gatilló tres veces contra Leonel y lo mató. Las balas ingresaron por su espalda y pecho.
A Alan lo hirió en los glúteos. El joven sigue detenido en una cárcel de Junín por “intento de robo y homicidio criminis causae” desde aquel día. El titular de la UFI 8, Pablo Rossi, que intervenía en el caso en ese entonces, ordenó la detención.
Según las pericias, las supuestas balas que Alan disparó nunca se encontraron en el lugar. La madre de Leonel, Noemí Robelli, está segura de que el efectivo policial reaccionó porque “sospechaba que ellos le iban a robar”.
