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AÑO 11 - EDICIÓN Nº 1945
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viernes 20 de octubre de 2023

El Hogar Israelita de Burzaco, el lugar que le dio una segunda oportunidad a los sobrevivientes del Holocausto


El establecimiento se inauguró en 1946. "A la mañana íbamos a la escuela pública, yo fui a la N°3 de Burzaco. A la tarde teníamos la escuela adentro para aprender hebreo e irish”, detalló uno de sus residentes a De Brown. Conocé su historia.

Tras la Segunda Guerra Mundial y hasta los primeros años de la década de 1950, muchos sobrevivientes judíos del Holocausto arribaron a Argentina en busca de un nuevo comienzo. En ese contexto, Almirante Brown jugó un rol importante y recibió a cientos de personas en el Hogar Israelita de Burzaco.

Su historia

El establecimiento para niños y ancianos abrió sus puertas en 1946, luego de que el filántropo José Iturrat donara las tierras a la comunidad judía. En el predio de 18 hectáreas había pabellones, dos templos, enfermería y escuela, entre otras.

Sus primeros habitantes fueron los sobrevivientes de la Segunda Guerra Mundial, quienes lograron escapar de los campos de concentración. Luego de llegar a Argentina, la AMIA era la encargada de recibirlos y, entre otros sitios, alojarlos en el Hogar Israelita de Burzaco.

Uno de sus tantos residentes fue Hugo Lowi, quien llegó en octubre de 1963 tras el divorcio de sus padres. “Mi papá era de Entre Ríos y mi mamá de Buenos Aires. Buscaron un lugar pupilo. Lo bancaba mi abuela, que era de Alemania”, contó a www.deBrown.com.ar.

El hombre, que vivió allí entre sus 10 y 16 años, recordó que era un establecimiento “muy bueno y lindo”, del cual tiene “recuerdos preciosos”. También, precisó que eran entre 70 y 80 varones en el lugar, además de otros tantos adultos mayores.

“Había mucha camaradería y los empleados eran excelentes. Había dos personas por pabellón que nos cuidaban. A la mañana íbamos a la escuela pública, yo fui a la N°3 de Burzaco. A la tarde teníamos la escuela adentro del hogar para aprender hebreo e idish”, detalló Hugo.

Mientras los jóvenes se formaban y tenían tiempo de recreación, remarcó que a los ancianos los "atendían muy bien” y disponían de una "enfermería muy bien montada con diferentes doctores".

“Los familiares que venían a visitar a los niños o abuelos se podían quedar alojadas ahí. Para los chicos también había damas de comisión. Era para quienes no tenían familiares. Iban una vez a la semana a visitarlos y compartían una tarde con ellos”, explicó.

El Hogar Israelita de Burzaco tuvo su último residente en 2008. Desde ese momento, la infraestructura quedó abandonada y hoy es un cementerio de patrullas de la Policía Bonaerense.

Entre la estructura vandalizada y los pastizales, sólo queda el recuerdo de quienes lo habitaron. Sin embargo, según trascendió, hay planes para darle un nuevo destino: convertirlo en un complejo de viviendas sociales.

El delicado momento

Si bien Hugo afirmó que no profesa actualmente su religión, no es ajeno al trágico presente que atraviesa la comunidad judía en Israel como consecuencia de los ataques terroristas de Hamas.

“Tengo amigos allí que conocí en el hogar. Uno muy cercano vive en Tel Aviv desde joven. Tiene a hijos que se alistaron para participar en el conflicto. Él está cuidando a sus nietos. A otros conocidos los ha afectado directamente con secuestros de familiares. Me duele y lo siento justamente por los hijos o nietos de mis amigos”, sentenció a este medio.

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