El marido de la mujer asesinada en Longchamps es uno de los principales sospechosos del caso. En diálogo con los medios, deslizó que su pareja "pudo ser víctima de una entradera" y brindó más detalles sobre el crimen. Advirtió que hace dos meses había sido amenazado en su trabajo.
Con el correr de las horas se conocen cada vez más datos escalofriantes del asesinato de Marcela Coronel. La enfermera fue encontrada ayer muerta en su casa de Longchamps. Su pareja, Gabriel Guevara, está en la mira de la Justicia.
El hombre se acercó esta mañana a la Fiscalía N°2 de Lomas de Zamora, encargada de la causa. En diálogo con los medios, pidió que lo investiguen. “Yo soy inocente y estoy acá en la fiscalía, que no tenía que venir, pero vine a acompañar a mi familia", señaló.
"Me fui de casa a las 5:30. Ella salió a hacer mandados a las 8:30. Cuando entramos a la casa estaba todo revuelto. La bolsa con las compras estaba en la mesa, no las llegó a guardar”, relató.
Guevara advirtió que una de las hipótesis es que su mujer fue “víctima de una entradera”. Indicó que, en este caso, los delincuentes habrían aprovechado que Coronel volvía del supermercado para ingresar a su domicilio con ella.
De esta manera, se explicaría por qué no estarían forzadas las cerraduras de la vivienda. “Había cosas preparadas como para robarlas, listo para llevarlas y no se las llevaron", detalló. Agregó que también faltaba un poco de dinero.
Sin embargo, esta teoría deja varios cabos sueltos. Principalmente, el hecho de que la hija del matrimonio fue encontrada en Burzaco, en el patio de una casa, a varias cuadras de su hogar.
Otra de la hipótesis que señaló Guevara es que podría tratarse de un ajuste de cuentas. El hombre contó que trabaja en un centro que asila a gente de la calle y que hace dos meses fue amenazado. “Había un tipo que traía paco a los baños y yo frené ese intercambio. Una vez ellos me pegaron en la nuca y me decían que me 'iban a hacer boleta'", advirtió.
Los investigadores señalaron que la mujer habría muerto producto de un hachazo en la cabeza. El hombre confirmó que la herramienta le pertenece, pero todavía no la pudieron hallar. “Yo la usé el fin de semana porque estuve sacando árboles grandes y siempre la guardaba en un lugar y no está", explicó.
Otras de las pruebas que podrían incriminarlo sería un pantalón corto que estaba dentro de un balde en la vivienda. “Había dejado el short en el baño el día anterior. El perito comprobó que estaba manchado de sangre, pero no se sabe si es de quien la mató o de mi mujer. Habrá que esperar los resultados", relató.
Otra de las dudas de los investigadores es por qué la hermana del sospechoso no vio el cadáver. Había ingresado en horas de la tarde para buscar unos papeles. Sin embargo, el joven de 24 años argumentó que éste se encontraba dentro de un "cuartito", envuelto en una frazada.
Finalmente, Marcela fue hallada sin vida alrededor de las 17:30, tras un operativo policial. "Justo el que encontró el cuerpo fui yo y no tendría que haber sido así, pero bueno", detalló.
