La sospecha se debe a que, según el relato de los testigos, los agresores balearon al hombre de 30 años sin hacerle ningún tipo de amenaza. No obstante, no se descarta la hipótesis central sobre el intento de robo. Mientras sigue la investigación sobre el episodio ocurrido el domingo a la noche, los vecinos se manifestaron para reclamar seguridad.
Tras el crimen de Gastón Nieva, el hombre que fue asesinado el pasado domingo cuando llegaba junto a su familia a su casa de Glew, los investigadores siguen también la pista de un posible ajuste de cuentas, además de estudiar el caso como un intento de robo. La hipótesis surgió a partir de la declaración de los testigos, quienes sostuvieron que los atacantes le dispararon directamente, sin amenazarlo antes.
El episodio ocurrió alrededor de las 23 en la esquina de Santa Fe y Espora, cuando Nieva llegaba en su Volkswagen Bora junto con su esposa, un hijo del matrimonio y su tía. En ese punto, dos jóvenes que se trasladaban en una moto lo abordaron y uno de ellos le disparó varia veces.
De acuerdo a la información brindada por las fuentes policiales, el joven de 30 años -que trabajaba como repartidor de pollos- recibió uno de los balazos directamente en el pecho, por lo cual perdió el control y chocó contra un árbol. Luego lo trasladaron al hospital, donde falleció como consecuencia de las heridas sufridas.
La investigación quedó a cargo de los efectivos de la comisaría 7ma, quienes emprendieron la búsqueda de los agresores a partir de los datos aportados por quienes presenciaron el homicidio. Algunos sostuvieron no haber escuchado ningún tipo de amenaza previo a los disparos, por lo cual una de las sospechas es que podría haberse tratado de un asesinato premeditado.
En los alrededores de la escena del crimen había una cámara de seguridad que, en principio, se creyó que podría servir de prueba, al registrar todo lo ocurrido, sin embargo, al hablar con los dueños de la misma se conoció que el disco rígido que contenía no funcionaba.
A raíz de lo ocurrido, esta semana los vecinos se concentraron en la esquina de la casa de la víctima para manifestarse sobre lo ocurrido y reclamar que, al menos, como medida de prevención haya una garita de seguridad a la salida del barrio. Según expresaron ante los medios, este tipo de situaciones comenzaron a suceder con frecuencia “desde hace un año y medio”. Y por eso mismo, también reclamaron por la falta de patrulleros.
En la causa interviene la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) 8 del Departamento Judicial de Lomas de Zamora.