Así lo expresó el intendente de Almirante Brown, Darío Giustozzi, en relación a la reincidencia y los atenuantes que se les aplican a las penas de quienes roban, violan y matan. Aseguró además que “el 90% de los delincuentes que están libres tienen antecedentes” y sostuvo: “Si a los pocos que el sistema logra detener se les facilita la libertad, estamos dando una pésima señal para la sociedad”.
Una vez más la reincidencia abre el debate y genera enojo en varios sectores de la sociedad que han sufrido en carne propia el delito. En este marco, el intendente de Almirante Brown, Darío Giustozzi, volvió a referirse a este tema y opinó que es la Justicia es quien debe “acordar y tipificar la buena conducta” para evitar que los delincuentes queden en libertad y vuelvan a cometer ilícitos.
La polémica inició un nuevo capitulo luego de que la Cámara de Casación Penal considerara inconstitucional la reincidencia, y ratificara que la restricción a las salidas anticipadas de prisión -para quienes fueron condenados más de una vez- “vulnera el principio de resocialización”.
Ante este planteo, Giustozzi consideró que “aún cuando se pueda atender desde lo teórico, en los hechos y en condiciones concretas, es una señal pésima para el conjunto de la sociedad” no apuntar contra la reincidencia.
De este modo, recordó que “el articulo 14 de la Código Penal indica que la condición de reincidencia tiene que ver con respetar el espíritu del legislador que dice que cuando se aplica una pena es para ser cumplida en su totalidad”.
Atenuantes, la nueva salvación
En declaraciones públicas, el intendente opinó también sobre los atenuantes que se utilizan para reducir las penas, como la buena conducta. Aquella determinación jurídica que es utilizada, según explica la Justicia, para la resocialización del detenido y lograr su pronta reinserción en la sociedad.
“Cuando se plantean los atenuantes, dos cosas empiezan a cruzar esta idea: ¿qué significa buena conducta dentro de la cárcel? y ¿cómo se tipifica?. Esta es una materia pendiente para la Justicia, la de acordar y tipificar que buena conducta sea, por ejemplo, terminar una carrera universitaria, que la pena sea terminarla, y que el detenido salga con un titulo y en condiciones de resocializarse”, opinó Giustozzi.
Consideró además que el preso calificado con buena conducta, debería lograr un nivel educativo, una preparación necesaria para desarrollar un oficio o profesión, y realizar también tareas comunitarias que sean productivas tanto para él como para la sociedad.
“Falta mucho y creo -expresó el Intendente- que el sistema carcelario está muy distante de estas ideas, por eso, es que mientras tanto las señales tienen que ser claras. Me da la sensación de que hay que tener cuidado con esto de consolidar la idea que tiene la gente -que está corroborado en los hechos- de que los delincuentes entran y salen”.
Datos que encienden el alerta
Giustozzi declaró que, según índices judiciales, “el 90 por ciento de los delincuentes que están libres en las calles son reincidentes”, es decir, tienen antecedentes penales por el mismo tipo de delito.
“Si a los pocos que el sistema logra detener, ya sea por tareas de investigación o porque los agarraron con las manos en la masa, se les facilita la libertad, estamos perdidos. Es una pésima señal para la sociedad”, concluyó.
