Nuestro país tiene la segunda tasa más alta en sobrepeso en menores de cinco años, según la Organización Mundial de la Salud y la Sociedad de Pediatría. En adolescentes de 13 a 15 años, el indicador aumentó un 17 por ciento en apena cinco años. Las entidades exigen medidas para revertirlo.
La obesidad infantil es uno de los problemas de salud pública más graves del siglo XXI, de acuerdo a la Organización Mundial de la Salud (OMS). Se trata de una afección silenciosa que azota progresivamente a países de bajos y medianos ingresos. Y Argentina no es la excepción.
Nuestro país tiene la segunda tasa más alta de sobrepeso en menores de cinco años de América latina y el Caribe. El porcentaje de población alcanzado es de 9,9 por ciento, según el Panorama de Seguridad Alimentaria y Nutricional elaborado por la Organización Panamericana de la Salud (OPS/OMS) y la Organización de Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO).
Además, en adolescentes de 13 a 15 años, el sobrepeso aumentó un 17 por ciento en cinco años. El indicador pasó del 25 por ciento (2007) al 29 por ciento (2012), de acuerdo a las cifras oficiales.
Sumado a esto, Argentina supera el índice promedio mundial del 5 por ciento con un 6,3. Lo reveló el último informe del Instituto para la Medición y la Evaluación de la Salud (IHME). En tanto, sólo en el Conurbano bonaerense afecta al 50 por ciento de chicos y jóvenes.
A nivel global, se calcula que en 2016 más de 41 millones de niños menores de cinco años en todo el mundo tenían sobrepeso. La cifra es alarmante teniendo en cuenta que tienden a seguir siendo obesos en la edad adulta.
Además, está comprobado que esos chicos tienen más probabilidades de padecer enfermedades como la diabetes y las enfermedades cardiovasculares.
Ante esta situación creciente, La OPS/OMS y la Sociedad Argentina de Pediatría (SAP) hicieron un llamado para garantizar el derecho a una alimentación saludable en los niños.
El objetivo es regular la publicidad de los alimentos ricos en azúcar, grasas y sodio. En esta línea, proponen incorporar advertencias en las etiquetas. Además, aumentar el impuesto a las gaseosas, y mejorar la calidad nutricional en quioscos y comedores escolares.
