El Ministerio de Energía informó que el Gobierno dejará de intervenir en el mercado de hidrocarburos. Como consecuencia, los principales afectados serán los usuarios ya que cada petrolera podrá definir el valor de la nafta y el gasoil sin mayores restricciones.
Tras 16 años de controles, desde el 1° de octubre los precios serán definidos por las refinerías. No se descartan nuevos aumentos antes de fin de año.
La cartera de Energía, a cargo de Juan José Aranguren, comunicó que los surtidores se regirán por las reglas de mercado, por la terminación del "Acuerdo para la Transición a Precios Internacionales de la Industria Hidrocarburífera Argentina".
Dicho compromiso, firmado en enero de 2017, suponía la revisión trimestral de los importes en base a la evolución de la cotización del crudo, el monto de los biocombustibles y el tipo de cambio. Estipulaba un "precio sostén" para la producción petrolera local.
A partir del 1º de octubre el mercado argentino se alineará a los porcentajes que se manejan a nivel internacional. Pese a que fuentes de Casa Rosada indicaron que no se remarcarán las pizarras en octubre, podría ocurrir después de las Legislativas.
“El precio en este momento está liberado, lo que pasa es que hay una carga de costos del Estado que encarecía el precio final en barril. Ahora se liberará más, cada petrolera definirá sus valores y eso se trasmite a lo que el cliente pagará en las estaciones”, manifestó Luis De La Fuente, presidente de la Cámara de Expendedores de Combustibles.
En julio pasado, los combustibles se acrecentaron entre 6 por ciento y 7,2 por ciento. Ya habían subido un 8 por ciento a principios de 2017 pero en abril bajaron 0,1 por ciento las naftas y 2,6 por ciento el gasoil.
