Desde 2015, se quintuplicó la cantidad usuarios que utilizan el celular o la tablet para hacer transacciones. Los clientes pueden consultar su saldo, realizar transferencias, cobrar un cheque y hasta recargar la sube, entre otras alternativas. ¿Cuáles son las nuevas tendencias que prometen facilitarlos la vida?
Las herramientas digitales avanzan a pasos agigantados y se aplican cada vez con mayor frecuencia a los quehaceres cotidianos. Los bancos han sabido aprovechar esta tendencia en su favor y suman nuevas opciones y aplicaciones para realizar todo tipo de trámites.
Según los últimos datos difundidos por la compañía VeriTran, ya son 7,1 millones de usuarios los que utilizan sus celulares y tabletas para acceder a las entidades financieras. Esto significa un aumento del 100% comparado con 2016. Y si no remontamos a las cifras de 2015, estas se quintuplican.
A raíz de esto, el “home banking”, que permite efectuar este tipo de trámites por medio de la computadora, está quedando atrás. Si bien todavía tiene la delantera en esta competencia, parece ser sólo algo temporal. El informe reveló que los clientes móviles crecieron un 373%, mientras que los otros registraron sólo una suba del 38%.
Desde el Banco Provincia, advirtieron que suman alrededor de 550 nuevos usuarios por día que operan a través de su celular. Asimismo, desde la entidad Patagonia subrayaron que más del 30% abandonaron sus máquinas de escritorio y notebooks para empezar a manejarse con el teléfono.
Sin embargo, a nivel regional, Argentina ha tardado en sumarse a esta tendencia. Sólo el 21,2% de la población mayor de 15 años utiliza la banca móvil. En cambio, en países como Chile y Brasil, este número asciende al 32,6 y el 25,6 por ciento, respectivamente.
Como consecuencia, los bancos han agregado cada vez más opciones a sus aplicaciones. Los clientes tienen la posibilidad de consultar su saldo, comprar y vender moneda extranjera. También, pueden constituir plazos fijos, y adquirir y pagar préstamos.
Una de las grandes facilidades de las aplicaciones es que permiten realizar transferencias de manera inmediata. Puede tratarse de grandes sumas de dinero para pagar algún servicio o incluso enviárselo a alguna persona; o de pequeñas cantidades como, por ejemplo, cargar la SUBE. En este caso, el usuario debe ir a una estación para completar la transacción.
Sin embargo, en este último terreno, el home banking supera ampliamente a la banca móvil. Acumula el 71,3% de las operaciones, mientras que el 7% se realizan por el teléfomo.
Algunas entidades permiten además el cobro de cheques. Lo único que hay que hacer es sacarle una foto al medio de pago, en ambas caras. Luego, el usuario sólo debe cargar los datos necesarios para concretar el depósito.
Otra de las opciones que están incorporando es la posibilidad de abrir cajas de ahorro, y modificar los límites de extracción de las tarjetas de débito. Además, anticiparon que los ciudadanos podrán efectuar una consulta de seguros y notificaciones comerciales y hasta incluso hacerse clientes.
Estos cambios, a su vez, traerán aparejados nuevas e innovadoras medidas de seguridad. Algunas aplicaciones dejarán atrás la convencional contraseña, y le pedirán a sus usuarios una selfie para poder acceder a su cuenta. En un futuro, otras de las formas de ingresar será a través del reconocimiento del iris, las huellas digitales o la voz.
