En medio del dolor, la esposa de una de las víctimas fatales reabrió el vivero que fue escenario del hecho. “Prefirió hacerlo a modo de recordatorio porque no podemos hacer una misa ni ir al cementerio”, contó su hija a De Brown.
El 8 de octubre de 2019 un trágico episodio marcó para siempre la vida de la familia Gramuglia. Un joven ingresó a su vivero, los atacó con fines de robo y hasta protagonizó una toma de rehenes. Como consecuencia, dos integrantes de la familia fallecieron aquel día y otro meses más tarde.
Hoy, a un año de aquel suceso, Gladys Rodas decidió reabrir las puertas del comercio de Rafael Calzada. Se trata de la esposa de Oscar, una de las víctimas fatales, y junto a quien se hacía cargo del negocio.
“Prefirió abrir a modo de recordatorio porque no podemos hacer una misa ni ir al cementerio. También porque no se quería quedar en la cama todo el día”, contó Greta, su hija, en diálogo con www.deBrown.com.ar.
A pesar de que Gladys tiene 78 años y del doloroso momento que debió atravesar, aún continúa atendiendo el local con horarios reducidos. Es que aquel espacio invadido por plantas de todo tipo guarda una historia de sacrificio y amor.
“Le ofrecieron comprárselo, pero es algo que no se le pasa por la cabeza, lo construyó junto con mi papá. Desde jóvenes lo tuvieron, lo construyeron de la nada, aprendieron. Ese vivero, que para muchos puede significar nada mas que un negocio, para mis viejos es la vida”, confesó.
Jonathan Emanuel Godoy ingresó al comercio sito en las calles Illia y 12 de Octubre. Asesinó a cuchillazos a Oscar Gramuglia, dueño del local; y a Juan Carlos Martínez, amigo de la familia. Además, hirió al hermano del dueño del lugar, Luis Gramuglia. Éste falleció en mayo, tras haber estado varios meses internado.
El episodio concluyó con una toma de rehenes, en el que el agresor amenazaba a la empleada doméstica. Después de horas de máxima tensión, fue detenido. La Policía confirmó que estaba bajo los efectos de drogas al momento de entregarse.
Actualmente, el joven de 27 años continúa aprehendido. Sin embargo, denuncian que no hay avances en la causa . Está en manos de la Unidad Funcional de Instrucción N°11 del Departamento Judicial de Lomas de Zamora.
“Está estancada por la pandemia. Igual, es una excusa, estaba estancada antes. Para que me consideren particular damnificado tuve que presentar, por lo menos, tres o cuatro escritos. Tuve que presentar un montón de veces el pedido para que nos tengan en mesa virtual y para que mi abogada lo pueda ver”, advirtió.
Y precisó: “la última vez que mi abogada fue, en medio de la pandemia, a la causa le faltaban muchas pericias que tenían que venir de afuera de otros organismos. Está todo desordenado, no hay fecha de juicio oral porque se podría hacer virtual. No hay fecha ni siquiera programada para el año que viene”.
