Sus síntomas son similares a los de una gripe. Sin embargo, el no recibir atención médica de forma temprana puede causar la muerte. Conozca qué medidas tomar para evitar contraerla.
Comienza el verano y esto significa sol, pileta y vacaciones, pero también el retorno de un viejo enemigo: el Aedes aegypti. Este insecto, también conocido como el “mosquito del dengue”, se ve atraído por las altas temperaturas. Si bien los síntomas son similares a los de una gripe, la falta de atención médica puede desencadenar en la muerte.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), casi la mitad de la población del mundo corre el riesgo de contraer esta enfermedad. La forma de transmisión es muy fácil, sólo requiere de la picadura del insecto. Se distinguen de los otros mosquitos por ser negros y tener las patas blancas.
El principal dato a tener en cuenta para prevenir la enfermedad es que este insecto deja sus huevos en agua estancada. Por este motivo, el Ministerio de Salud de la Nación recomienda dar vuelta cualquier tipo de recipiente que esté al aire libre y que pueda acumular líquido.
El Aedes aegypti además es transmisor de las enfermedades zika y chikungunya.
Desde el Municipio de Almirante Brown se realizan operativos para prevenir la reproducción del insecto. Días atrás, el secretario de Salud local, Alejandro Costa, resaltó la importancia de la ayuda de la comunidad para lograrlo.
Una de las tareas que se realiza en el partido consiste en la colación “ovitrampas larvicidas”. Estas son ubicadas en diferentes centros de salud. Más tarde, son revisados para constatar si hay depósitos de dengue dentro.
A su vez se realizan recorridos antichatarra, para alertar a los vecinos sobre no dejar elementos donde el mosquito pueda reproducirse. También se fumigan los cementerios, donde las flores tienen recipientes de agua.
Lo más peligroso es que los primeros malestares pueden ser confundidos con los de una fuerte gripe. Estos son fiebre, dolor de cabeza, malestar general, apatía y cansancio.
Sin embargo, la enfermedad presenta diferencias. Por un lado, no suele aparecer ni mucosidad, ni tos, señales típicas de un resfriado. A su vez, el enfermo presenta vómitos y dolor muscular generalizado y de las articulaciones. También puede sufrir sangrado de la nariz y encías y erupción en la piel.
Por este motivo, es clave poder diferenciar ambas enfermedades y no automedicarse. Según la OMS, el acceso a la asistencia médica adecuada, disminuye las tasas de mortalidad por debajo del 1%.
Si bien ya existe una vacuna para combatir el dengue, esta sólo está autorizada en 20 países. En Argentina, la misma es producida por el laboratorio Sanofi Pasteur, pero todavía está en etapa de prueba.
Sin embargo, la OMS considera que debería ser aplicada en donde ya haya habido casos. La razón es que, según informan, el promedio de eficacia es del 65%. Disminuye los síntomas entre un 40% y 45% en quienes nunca tuvieron dengue y de un 80% a un 85% a los que ya adquirieron el virus en algún momento.
