La pista clave sería que Pablo, cuñado de la enfermera asesinada, sacó dos boletos con su tarjeta SUBE la madrugada del crimen. Vecinos habían afirmado que ese día vieron a la hija del matrimonio con una mujer. Toma fuerza la hipótesis de que el marido la mató y que fueron sus hermanos quienes lo ayudaron a cubrir el delito.
A medida que va avanzado la investigación por el caso de Marcela Coronel, las pistas de que una tercera persona habría estado implicada en el hecho comienza a tonarse más sólida. La Justicia sospecha que se trataría de un integrante de la familia Guevara. La enfermera fue encontrada asesinada el 28 de mayo en su casa de Longchamps.
Por el momento, sólo hay dos personas detenidas por el crimen. Se trata de Gabriel, esposo de la enfermera; y su hermano Pablo. La fiscal Marcela Juan sostiene que, en medio de una pelea, la mujer fue asesinada por su pareja. Tras esto, le pidió al otro acusado que lo ayudara a limpiar la escena del crimen.
No obstante, las evidencias encontradas hasta el momento, señalarían que alguien más ayudó a los dos sospechosos a limpiar la escena. Concretamente, la Justicia tiene en la mira a la hermana de ambos imputados: Mariana Guevara.
Por un lado, la prueba fundamental sería los pasajes que fueron sacados por Pablo la madrugada del asesinato. En declaración indagatoria, el joven contó que Gabriel lo llamó para pedirle ayuda, luego de asesinar a la enfermera.
A raíz de esta comunicación, el cuñado de Coronel relató que viajó de Guernica, lugar donde vive, a Longchamps, donde residía su hermano. Este dato pudo ser comprobado gracias a los registros de la tarjeta SUBE. Si bien el hombre siempre mantuvo que se trasladó sin compañía, fueron dos los boletos que adquirió.
Más pistas
Según el testimonio de Guevara, cuando encontraron a su hija en Burzaco, le pidió a una de sus hermanas, se desconoce si se trata de Mariana, que fuera a su casa a buscar la documentación para acreditar que era el padre. Estos se encontraban en uno de los cuartos de la vivienda. “Fue directo a la pieza porque sabe dónde están las cosas y de ahí se fue urgente”, contó.
Sin embargo, en ningún momento la mujer advirtió que el cuerpo de Coronel yacía sin vida en un cuartito de la propiedad que ni siquiera tenía puerta. “La pieza está a la vuelta porque hay paredes”, justificó Gabriel ante la pregunta de cómo no había visto el cadáver. La mujer tampoco notificó a las autoridades del desorden en que encontró la vivienda.
Otro de los detalles no menores es que vecinos encontraron a la hija del matrimonio bien vestida y peinada. Llevaba consigo una bolsito con dos pañales. Esta idea podría atribuirse al hecho de que la hermana de Gabriel solía cuidar a la pequeña mientras Marcela trabajaba.
A su vez, la joven le contó a Gabriel que el día del crimen Coronel le mandó un mensaje. Allí le comunicó que esa tarde no debía ocuparse de la niña ya que la llevaría a la casa de su madre. En este contexto, las llamadas realizadas entre los hermanos esa fecha serán claves para avanzar con la investigación.
Otro de los datos interesantes es que testigos afirman haber visto a Coronel alrededor de las 8, comprando en un supermercado de la zona junto a su hija. No obstante, según los últimos estudios, la mujer habría sido asesinada entre la 1:30 y las 4:30.
¿Qué pudo haber ocurrido? Algunas versiones sostienen que los vecinos podrían haber confundido a la hermana de los Guevara con Coronel y que habría sido ella quien salió con la nena aquella mañana. Gabriel negó esto debido a que ella es de “tez morocha”, mientras que la víctima tenía piel blanca.
La pareja de la enfermera está acusado de “Homicidio triplemente calificado” por vínculo, femicidio y alevosía. Pablo quedó imputado por el delito de “Homicidio agravado por alevosía”.
