Se realizará el jueves 15 de febrero. Es en reclamo a los despidos efectuados en los últimos tres meses por el Gobierno. Según señaló el secretario general Hugo Godoy, ya serían más de 2 mil las cesantías. Se trataría de empleados con contratos de 20 años.
La Asociación de Trabajadores del Estado (ATE) convocó a todos los sectores a sumarse a un paro nacional. La fecha pautada es el jueves 15 de febrero. La medida será para repudiar e intentar “revertir” los miles despidos efectuados por el Estado.
Según el secretario general de ATE, Hugo Godoy, ya son más de 2 mil los empleados destituidos de sus puestos, en los últimos tres meses, por el Gobierno. Asimismo, aclaró que este número no tiene en cuenta las cesantías efectuadas a nivel provincial ni municipal.
“Están cerrando áreas de producción, de desarrollo científico y tecnológico, afectando severamente la vida de los pueblos. Lo del ‘ñoqui’ es mentira, son trabajadores con contratos de 20 años que están echando”, advirtió el dirigente.
El paro nacional tendrá como objetivo no sólo manifestase en contra de estas acciones, sino también intentar “revertir” esta situación. Sin embargo, desde el gremio de los empleados estatales, remarcaron que estas medidas siguen los lineamentos del ex presidente riojano.
El secretario calificó las medidas como “una política de barbarie, que se ensaña con los trabajadores pero afecta a la mayoría del pueblo argentino”. "El oficialismo gobierna para las empresas transnacionales", sentenció.
El anuncio se realizó en la puerta del Instituto Nacional de Tecnología Industrial (INTI). Allí, los empleados realizan una toma pacífica del lugar ante las 250 personas que fueron desvinculadas de sus puestos. Además, se desarrollan asambleas abiertas para que todos puedan participar.
Por ahora, el único gremio confirmado es la Central de Trabajadores de la Argentina (CTA) Autónoma. Sin embargo, la adhesión de la Unión de Tranviarios Automotor (UTA) será clave para determinar el nivel de repercusión de la medida de fuerza.
Cabe destacar que en los últimos dos paros nacionales desarrollados por ATE, el gremio del transporte decidió no sumarse. Esto le quitó intensidad y repercusión a la manifestación.
