Así lo afirmó Sebastián Marinelli, suboficial del cuartel de Longchamps, en diálogo con De Brown. La pequeña de un mes no respiraba.
Bomberos Voluntarios de Longchamps le salvaron la vida a Martina, una beba de tan solo 35 días. Sus padres acudieron desesperados al cuartel porque la niña no respiraba. Inmediatamente, en la vereda del lugar, el suboficial Sebastián Marinelli le realizó la maniobra de Heimlich y logró así estabilizarla.
“Me encontraba de guardia y justo en ese momento estaba en la puerta del edificio realizando algunas tareas. Ahí observo que frena una camioneta de forma brusca, algo no era normal. Me acerco y veo a la bebé. Todo era muy desesperante. Abro la puerta y la mamá empieza a llorar”, relató el oficial en diálogo con www.deBrown.com.ar
La niña no respiraba y su piel comenzaba a tornarse morada. Es que sus vías aéreas estaban obstruidas, aún se desconoce el motivo. Su madre ya le había practicado las primeras maniobras en su casa. Sin embargo, no tuvo éxito y decidió acudir rápidamente al destacamento local.
“Cuando la tengo en mis brazos, automáticamente la doy vuelta y le hago la maniobra de Heimlich. En forma paralela, les grito a los chicos que estaban arriba que vengan. Ahí se la brindo a mi compañero para poder salir manejando porque yo era el chófer. La subimos a la autobomba y la trasladamos a la UPA que está a cinco cuadras”, contó.
A los pocos metros de arribar al centro asistencial, Martina comenzó a llorar. “Eso nos dio la certeza que la vía aérea ya estaba desobstruida”, expresó Sebastián, quién asistió a la pequeña junto a Hernán Coria, Fernando Bonzi y Fabián Padilla.
En la UPA, los médicos la atendieron y realizaron los primeros controles. Luego, fue trasladada a una clínica. Allí permaneció internada por un día. Actualmente, continúa realizándose estudios para determinar el motivo de su cuadro.
Tiene 27 años y hace 14 presta servicios como bombero voluntario. Ingresó a la institución cuando tenía solo 13. “Estoy hace más de la mitad de mi vida acá”, contó con orgullo.
“Tener a la niña en ese estado y los gritos desgarradores de la madre pidiendo por favor que la salvemos genera presión, una adrenalina muy grande. Sin embargo, en ningún momento perdimos el profesionalismo, lo tomamos con la calma y rapidez que se debe. Cada segundo es oro”, reconoció.
Sebastián y todo el plantel de Bomberos se entrenan y capacitan constantemente para asistir ante cualquier tipo de emergencia. “Este es un momento para el que nos preparamos. Igualmente, al ser una bebe, las técnicas cambian, se vuelven más específicas”, confió
Y agregó: “Los conocimientos que adquirimos y aplicamos es gracias a la instrucción que recibimos acá en el cuartel. Todas las semanas nos entrenamos para estas situaciones y para salvatajes, rescates, incendios”.
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— Noticias De Brown (@debrownweb) March 10, 2022
