La declaración fue publicada en el boletín oficial y cuenta con un fuerte impulso local. El Concejo Deliberante browniano autorizó en 2011 la expropiación y compra del emblemático chalet que el escritor habitó en su juventud. Desde 2014 funciona allí un museo y un centro de estudios.
La vivienda de Diagonal Brown 301, en Adrogué, fue distinguida por su valor cultural y se transformó en un bien de interés histórico nacional. Hace cinco años había sido declarada de utilidad pública y sujeta a expropiación por el Concejo Deliberante. Al borde de la demolición, fue recuperada y hoy es visitada por vecinos y visitantes de Almirante Brown.
"En cualquier lugar del mundo en que me encuentre, cuando siento el olor de los eucaliptos, estoy en Adrogué", expresaba Borges al rememorar el sitio donde permaneció junto a su madre Leonor Acevedo y su hermano, en la década del ´40.
El Congreso Nacional definió como bien de "Interés Histórico Nacional” a la pequeña, pero popular residencia donde pasó varios veranos, el notable escritor Jorge Luis Borges, a través de la Ley 27.268, asentada esta semana en el Boletín Oficial.
Una muestra importante del acervo cultural e histórico de nuestro distrito es la Casa Borges. El inmueble fue declarado de utilidad pública y sujeto a expropiación a instancias de un proyecto presentado por el entonces concejal Mario Fuentes. La ordenanza Nº 9489 permitió que fuera adquirido por el Gobierno Municipal en 2011.
La norma fue determinante para impedir la demolición que había sido solicitada por sus últimos dueños y la posibilidad de concretar cualquier emprendimiento inmobiliario que atentara contra este patrimonio cultural del Municipio.
Luego de intensas tareas de refacción a cargo de profesionales especializados en trabajos de conservación y preservación patrimonial, se logró su puesta en valor. Finalmente, fue inaugurada en 2014 con la presencia de María Kodama, viuda del ensayista. La secretaría de Educación y Cultura, que encabezada en ese momento por Jorge Herrero Pons, motorizó la puesta en valor, el reacondicionamiento y apertura del lugar.
La gestión del intendente Mariano Cascallares, que inició hace casi 10 meses, brindó un nuevo impulso a la obra que fue iniciada por la administración anterior de Darío Giustozzi. Una muestra de seriedad institucional, de las que lamentablemente escasean en nuestro país, donde parece que todo lo que hizo un predecesor es malo y se borra de un plumazo.
Desde ese momento miles de vecinos de Almirante Brown, de la Región y de distintos puntos del país recorrieron el espacio, que en la actualidad está abocado a la difusión de las creaciones del reconocido literato argentino.
Ese mismo año fue oficializado el Centro de Investigaciones Borgeanas, donde se ofrecen diversas actividades gratuitas, como conferencias, seminarios, simposios, talleres, charlas, debates y visitas guiadas. El mismo abre al público de lunes a sábado, de 9 a 18 y los domingos, de 12 a 18.
Los titulares de las cámaras legislativas nacionales, Gabriela Michetti y Emilio Monzó rubricaron el acta publicada en el boletín oficial el día, donde la casa adroguense.
Vida y legado
Jorge Luis Borges, nació en Buenos Aires, en 1899. Fue considerado una de las grandes figuras de la literatura en lengua española del siglo XX. Cultivador de variados géneros, ocupó un rol central en la historia de la literatura por sus relatos breves.
Creció en un domicilio ubicado en Palermo donde aprendió a leer inglés con su abuela Fanny Haslam y, como se refleja en tantos versos, los recuerdos de aquella dorada infancia lo acompañaron durante toda su vida.
Con seis años anunció su vocación de escritor, e inspirándose en un pasaje del Quijote redactó su primera fábula en 1907: la tituló “La visera fatal”. A los diez años, tradujo al castellano “El príncipe feliz” de Oscar Wilde.
En 1918 se instaló con su familia en España, primero en Barcelona y luego en Mallorca. En 1921 regresó a Buenos Aires y fundó con otros jóvenes la revista Prismas y, más tarde, la revista Proa; firmó el primer manifiesto ultraísta argentino, y, tras un segundo viaje a Europa, entregó a la imprenta su primer libro de versos: “Fervor de Buenos Aires” (1923).
Más adelante, publicó “Luna de enfrente” (1925) y “Cuaderno San Martín” (1929), y otros de ensayos, como “Inquisiciones”, “El tamaño de mi esperanza” y “El idioma de los argentinos”, que desde entonces se negaría a reeditar.
En 1938 falleció su padre y comenzó a trabajar como bibliotecario en las afueras de Buenos Aires; ese mismo año sufrió un grave accidente, provocado por su progresiva falta de visión. Al agudizarse su ceguera, debió pedir ayuda a su entorno para poder escribir. Dos años después, publicó “Antología de la literatura fantástica”, y al año siguiente una “Antología poética argentina”.
En 1949 sale a la luz uno de sus trabajos más importantes: “El Aleph”. Para esa época fue nombrado director de la Biblioteca Nacional, e ingresó en la Academia Argentina de las Letras.
En 1967 contrajo matrimonio con una antigua amiga de su juventud, Elsa Astete Millán. Mientras que pocos años antes de su fallecimiento, formalizó con María Kodama, su secretaria y compañera.
Durante su vida recibió decenas de reconocimientos, entre ellos: Doctor honoris causa por la Universidad de Cuyo, Premio Nacional de Literatura, Premio Internacional de Literatura Formentor, que comparte con Samuel Beckett, Comendador de las Artes y de las Letras en Francia, Gran Premio del Fondo Nacional de las Artes de Argentina, entre otros.
Su deceso se produjo el 14 de junio de 1986, en Ginebra, Suiza. Sus restos residen en el cementerio de Plain Palais.
