Un informe de la Sociedad Argentina de Neurología revela que 6 de cada 10 personas la sufren y la mitad de ellos siente limitada su actividad física o intelectual. Conocé cuales son las claves para mejorar la calidad de vida.
La cefalea representa uno de los motivos de consulta profesional más frecuente. Los pacientes hacen referencia al dolor de cabeza, pero esto es un síntoma no un diagnóstico. Según el Primer Estudio de Prevalencia sobre Migraña efectuado por la Sociedad Neurológica Argentina (SNA), el 53% de los adultos lo padeció en el último año.
En todo el mundo, sólo una minoría de las personas que la sufren recibe un diagnóstico apropiado, ya que en su abordaje existen diferentes barreras que impiden un correcto diagnóstico y tratamiento. Entre ellas la dificultad en el acceso a la consulta especializada, la educación en salud y la expectativa del paciente.
“Es muy importante que los médicos estén alertas a este síntoma y que los pacientes entiendan la importancia de la consulta con un neurólogo especialista para obtener el tratamiento adecuado”, explicó el doctor Marcelo Rugiero, presidente de la entidad y jefe del servicio de neurología del Hospital Italiano.
En el marco de la Semana de la Cefalea impulsada por la SNA, se difundieron los resultados de la investigación. Trabajaron sobre una muestra de 2500 casos. El objetivo fue comprender el alcance y sus características a nivel nacional.
Según los datos obtenidos, 6 de cada 10 personas sufren de dolores de cabeza y les molesta la luz o los ruidos durante la crisis. La mitad de ellos siente que se limita su actividad física o intelectual.
Respecto a la duración, cerca del 40% declara que duran habitualmente más de 4 horas si no toma ningún analgésico. Uno de los principales hallazgos es que el 62% de los migrañosos consultó en alguna oportunidad a un médico, pero sólo un 37% a un especialista en neurología. Sobre este punto, 6 de cada 10 decide automedicarse y sólo un 12% toma analgésicos recetados.
Es mucho más que un dolor de cabeza. Se trata de ataques recurrentes de gran intensidad. Sus síntomas varían entre vómitos, náuseas, mayor sensibilidad a la luz y al sonido.
Es más común en mujeres que en hombres y afecta con una mayor frecuencia a personas de entre 15 y 50 años. Los ataques pueden durar desde horas hasta dos o tres días.
Durante las crisis, quienes la padecen se ven limitados para realizar actividades laborales, familiares, académicas y/o sociales. Es por ello que la Organización Mundial de la Salud clasifica en el sexto lugar del ranking de discapacidad a los ataques de migraña severa y determina que es una enfermedad comparable a la demencia, la cuadriplejia y psicosis.
En lo que respecta específicamente a la migraña, se estima que afecta aproximadamente al 10% de la población mundial. Sin embargo, el 44% de quienes la padecen desconocen su diagnóstico.