Así lo afirmaron especialistas del Comité Científico de Disfam, quienes aseguran que es la principal causa de fracaso escolar. Resaltaron la importancia de la detección temprana de este trastorno que, en algunos casos, puede ser imperceptible.
A pocas de semanas de comenzar las clases, uno de los problemas con el que muchos padres se encuentran es que sus hijos presentan problemas en su enseñanza. Cambian letras, tienen dificultades para leer y escribir. Este trastorno en el aprendizaje es conocido como "dislexia”. Según el Comité Científico de Dislexia y Familia (Disfam), entre el 10 y el 15% de los niños lo sufren.
Esta alteración es la principal causa de fracaso escolar. La razón es que no presenta síntomas físicos, por lo que muchas veces suele pasar desapercibida. Algunos pequeños pueden verse profundamente afectados, mientras que en otros es aparentemente imperceptible. De hecho, muchos adultos los son y no lo saben.
"El pensamiento del disléxico es como una película continua que se interrumpe cada vez que aparece una palabra abstracta, y el 50% de nuestro vocabulario está compuesto de esa forma. No existe alguna causa física, psiquiátrica o social que lo justifique", explica Gustavo Abichacra, presidente del Comité.
Por este motivo, los especialistas advierten la importancia de detectar este trastorno de manera prematura. El diagnóstico debe ser realizado por un especialista. Gracias a esto, se puede lograr trabajar en conjunto con los padres, docentes y psicopedagogos para ayudar y estimular desde el inicio la lectura.
Los tratamientos buscan compensar sus dificultades y evitar mayores problemas en la futura escolaridad. "La intervención temprana mejora el pronóstico de la dislexia y ayuda a prevenir los trastornos emocionales asociados, como por ejemplo la depresión", señala la psiquiatra Juliana Nievas.
Aquel niño disléxico puede, en algunos casos, presentar ya síntomas a su corta edad. El principal es la falta de coordinación psicomotriz, por lo que se ve reflejado en habilidades motoras finas o gruesas. Ocurre en el caso de atarse los cordones, andar en bicicleta, o patinar, por ejemplo.
A nivel escolar, tienen dificultad para leer y escribir. Les cuesta comprender los textos, se les mezclan las palabras y omiten o repiten algunas. En el área de la matemática, muestran inconvenientes para resolver problemas, manejarse con el dinero, aprender a usar el reloj y controlar su tiempo.
Como consecuencia, estos pequeños pueden comprender mejor con el uso principalmente de imágenes, iconos y sentimientos, más que con sonidos y palabras. Su memoria a largo plazo es excelente, mientras que la de corta duración es mala. Esto genera que sean extremadamente desordenados u ordenados compulsivos.
Este trastorno está infradiagnosticado. A raíz de esto, estudiantes de una facultad de México diseñaron una aplicación para lograr detectar si los niños presentan dislexia fonológica, visual, superficial o profunda.
El diagnóstico es realizado gracias a un juego con una duración de 25 minutos. En este, el pequeo debe atravesar diferentes pruebas ligadas al léxico.
Al final, en la pantalla puede aparecer o no una recomendación para acudir a un especialista. A partir de este indicio, el jugador debe ser llevado al médico para comprobar el resultado y, en caso de ser correcto, iniciar el tratamiento correspondiente.
