Se trata de la oficial Karina Castillo, quien recibió dos disparos en la cara por parte de un delincuente. “Está de diez”, contó su hermana Celeste en diálogo con De Brown. Conocé los detalles.
Karina Castillo es oficial de la Policía de la Ciudad de Buenos Aires, tiene 33 años y es vecina de Claypole. Había sido salvajemente agredida por un delincuente en Mataderos. La historia tuvo un final feliz. El lunes recibió el alta médica y regresó a su casa donde continúa con su recuperación.
Sus familiares la recibieron con bombos y platillos. Instalaron un pasacalles con la frase "sos una leona". Es que la browniana recibió dos disparos en la cara. Debió ser intervenida dos veces y perdió su ojo izquierdo debido al recorrido de la bala.
Pese a eso, Castillo dio pelea y evoluciona ahora favorablemente. “Está genial, de diez. No lo podemos creer todavía”, contó Celeste, hermana de la víctima, en diálogo con www.deBrown.com.ar.
Un tema que preocupaba a los doctores era su ojo derecho. "Ve bien porque ayer nos estuvo contando que ni siquiera veía borroso. Es increíble que no lo haya tocada nada porque le pasó por debajo la bala. Todavía la tiene pero no se la pueden sacar porque es muy peligroso", explicó.
A pesar de todo lo vivido, el estado de ánimo de Karina parece estar intacto. "Cuando llegó a casa lo primero que se comió fue un guiso. Estaba re contenta", contó entre risas. La razón de aquel acto es que debido a la internación y los tubos que debieron colocarle sólo podía ingerir alimentos blandos.
Con respecto a la causa, Celeste informó que aún no hay detenidos por el hecho y que los investigadores se encuentran analizando las cámaras de seguridad. Sin embargo, confesó que por el momento la familia tiene puesta su atención en el estado de salud de la víctima."Lo primero que nos preocupamos fue más por Karina que por lo demás, ahora que ella está bien vamos a empezar a movernos", resaltó.
Según confirmaron fuentes judiciales, Castillo estaba terminando la guardia de una ambulancia que había protagonizado un accidente cuando fue sorprendida por un delincuente. Este le robó su arma y el chaleco antibalas y se dio a la fuga.
Fue derivada de urgencia al Hospital Santojanni y luego trasladada en helicóptero al Hospital Churruca, donde pudo recuperarse.
Había recibido dos disparos. Uno del lado izquierdo, que se alojó entre el cuero cabelludo y el cráneo. El otro entró por su ojo izquierdo y salió por el lado derecho, cerca del pómulo.
