Los trabajadores advierten que, una deuda del Programa Federal Incluir Salud, está afectando la atención a personas con discapacidad.
A través de un comunicado, el Pequeño Cottolengo de Claypole informó que se encuentra “en riesgo de no poder continuar prestando atención a las 370 personas con discapacidad” que integran el instituto.
Según detallaron, el motivo es que el Gobierno “no abona las prestaciones que se le brindan a sus beneficiarios desde hace siete meses”. Se trata del Programa Federal Incluir Salud, que depende de la Agencia Nacional. Este da cobertura médico-asistencial a todos aquellos titulares de pensiones nacionales no contributivas.
“No se trata de un subsidio que nos da el Estado. La ley 24.901 establece por obligatoriedad por parte de las obras sociales y, en este caso por Incluir Salud, de pagar los servicios de atención a estas personas. Es un derecho”, subrayó Beatríz Peréz, coordinadora técnica del hogar, en diálogo con www.deBrown.com.ar.
En el comunicado, denunciaron que "se ha suspendido la entrega de medicamentos e insumos dietoterapicos". También señalaron que "no se ha brindado la cobertura correspondiente de elementos ortopédicos y pañales".
Por otro lado, advirtieron este panorama se ve agravado por “la falta de adecuación de los aranceles, pese a que se han dado en las paritarias correspondientes un incremento del haber del 27,5 %, para todo el personal de la sanidad”.
A pesar de que la institución informó que existen órdenes tramitadas en la Justicia Federal que exigen al programa federal garantizar dichas prestaciones, aún no han recibido una respuesta favorable.
“Nos dicen que esto se va regularizar a la brevedad, que ya nos van a pagar, pero en mientras tanto tenemos que afrontar una serie de obligaciones para las cuales no tenemos recursos”, explicó la coordinadora.
Este escenario se replica a su vez en otras instituciones de distintos puntos del país. “De continuar esta lamentable situación, no podremos sostener nuestro normal funcionamiento”, concluyeron en el comunicado.
La institución fue fundada en 1935 por el sacerdote Luis Orione. Se trata de un hogar terapéutico que cuida de personas con distintas discapacidades. Algunos de los pacientes no tienen familia y este lugar es su único resguardo.
El staff está compuesto por cerca de 400 trabajadores. Está integrado por médicos, psicólogos, trabajadores sociales, kinesiólogos y enfermeros. También lo componen empleados del servicio de limpieza y mantenimiento.
