El tribunal tomó declaración a 13 testigos y la fiscalía presentó sus pruebas contra Oscar Sosa, imputado por “Homicidio simple”. La familia de la joven sostuvo que “es una persona peligrosa” y solicitaron ampliar la carátula. El martes 31 de octubre las partes leerán los alegatos y se conocerá la sentencia.
Se llevó a cabo la primera audiencia del juicio oral contra Oscar “El Buey” Sosa. Se trata del único detenido por el asesinato de Melisa Tuffner, la joven de 22 años que fue encontrada sin vida en Glew, en 2015. A dos años del hecho, sus familiares y amigos se movilizaron hasta los Tribunales lomenses para exigir Justicia, una vez más.
La jornada fue extensa; comenzó a las 11 y culminó cerca de las 18, cuando se estableció un cuarto intermedio. En total, declararon 13 de los 50 testigos que tiene la causa. Entre ellos, allegados de la víctima y el acusado; vecinos que socorrieron a Melisa; y médicos que brindaron detalles sobre la autopsia.
“Sosa siempre fue una persona rara y mis hijas le tenían miedo”, contó el padre de la joven Marcelo Tuffner ante las autoridades del Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) 8.
Además, aseguró que conocía al imputado hacía 25 años y que estaría relacionado a otros casos de abuso en el barrio. Aseguró que tenía actitudes “fuera de lugar”, como piropos, miradas y hasta “episodios de acoso”.
“Solía propasarse con las mujeres y hasta 'Meli' se daba cuenta de que era una persona rara. Sosa era desagradable para las mujeres del barrio”, sostuvo.
En la misma línea se expresó Karina Reynoso, prima del acusado. La mujer sostuvo que Sosa intentó abusar sexualmente de su hija. "Le tapó la boca y le dijo que si hablaba iba a matar a sus padres. La manoseó en mi propia casa subiendo a su pieza", narró. Este testimonio complica la situación procesal del involucrado.
Exigen que Sosa sea condenado con prisión perpetua. El fiscal Pablo Pando, que interviene como querellante en la causa, buscará conseguir una ampliación de la carátula. A su vez, denunciarán por "mala praxis" la UPA Longchamps, que asistió a Melisa previo a derivarla a otro hospital de Capital Federal.
Sería con la circunstancia de alevosía como agravante. De esta forma, el delito pasaría de “Homicidio simple” a “Homicidio agravado”, por lo que le correspondería un castigo mayor. Asimismo, Sosa carga con la reincidencia sobre sus hombros por haber asaltado un almacen.
Tras el cuarto intermedio declarado ayer, se retomará el martes 31 de octubre. Allí, las partes leerán los alegatos finales y los jueces Nicolás Amoroso, Gustavo Ramilo y Alejandro Garlata darán a conocer la sentencia.
El hecho ocurrió el 19 de julio de 2015 cuando Melisa se dirigía al centro cultural “Gringo viejo”, del cual era alumna. Alrededor de las 19, un grupo de vecinos de la zona la encontró desvanecida en el cruce de Ascasubi y Gutiérrez, a seis cuadras del lugar al que iba.
La joven falleció en el hospital Sirio Libanés de Capital Federal, adonde llegó con muerte cerebral, derivada desde la Unidad de Pronta Atención (UPA) de Longchamps. La autopsia confirmó que los golpes y lesiones que tenía en la cabeza fueron hechos con un arma blanca.
